El escrito que emitió en la madrugada del jueves el presidente del jurado oficial, José Manuel Pérez Moreno, defendiendo las decisiones que ha tomado hasta el momento su equipo no ha dejado indiferente a carnavaleros y aficionados. Algunas personas que, en años anteriores, han estado al frente del jurado de adultos, opinan sobre esa nota.

Manuel Rojas, quien fuera presidente del jurado en 2006, subraya la "buena voluntad" de Pérez Moreno, aunque considera que no debería haber emitido esa nota "porque de antemano se asume que los que no pasan van a protestar con mayor o menor intensidad". Es por ello que insiste en que "no se debe entrar al trapo y menos, personalizar el asunto". Asimismo, Rojas asegura que el escaso tiempo que se emplea entre la última actuación y el fallo está justificado: "La última agrupación se escucha con la misma atención que las demás. Cuando termina esa actuación, se emite la puntuación, se introduce en el ordenador y en cuestión de segundos, gracias al programa informático que ordena los grupos por sus puntos, está la lista".

Antonio Oltra, presidente del jurado en 2005, muestra su apoyo a Pérez Moreno y a su equipo "por su buena fe y predisposición a hacer su trabajo lo mejor posible". No obstante, cree que él no hubiera emitido tal escrito: "No tendría por qué hacerlo. Es obvio que siempre va a haber descontento entre las agrupaciones que no pasan de fase", añade.

Por su parte, Juan Sales, presidente en 2007, prefiere no profundizar en este tema "porque respeto el papel del jurado, un papel difícil y con un veredicto que no siempre es a gusto de todos. Se presume que van a ser honestos, de eso no cabe duda, pero son personas con sus gustos y se pueden equivocar y valorar de diferente forma a otros". Sales respeta la decisión de Pérez Moreno, pero no entra a valorar si esa carta es o no oportuna: "Voy a respetar eso". Aún así, añade que las críticas se deben saber encajar. "El jurado sabe que siempre va a estar bajo la lupa de todos. Hay que aceptar esa circunstancia y no complicarse tanto la vida".

Antonio Fernández Repeto, también presidente del jurado oficial en el año 97, considera que "el jurado no debería haber entrado en esta dinámica". "Si yo hubiera sido presidente este año, no hubiera escrito nada", asegura. Sin embargo, Fernández Repeto también cree que las agrupaciones deben acatar las decisiones del jurado "para bien o para mal". "Si es verdad que las que no han pasado desconfiaban de los miembros del jurado y que iba a estar manipulado desde el principio, que no se hubieran presentado al concurso". Para el presidente de 1997 "no tiene sentido entrar en esta dinámica, ya que la decisión es irrevocable".

El presidente de otro jurado, el diario, Antonio Grimaldi, opina que "cuando alguien acepta ser presidente de un jurado sabe que debe estar al margen de estas polémicas, debe saber que va a ser criticado", y añade que "se corre el peligro de que la gente piense que el que da explicaciones innecesarias no tiene la conciencia tranquila".

Por su parte, Juan Antonio Lamas, director del coro 'El periquitúliqui, que no superó el pase a semifinal, defiende que "después de tres años intentando ser presidente del jurado, ha demostrado que no tiene ni idea". También dice que José Manuel Pérez Moreno no ha buscado a su equipo, y que no ha demostrado la "ética deontológica" que debería tener por suprofesión, ya que debería admitir las críticas "igual que nosotros admitimos el fallo".