Este año los aficionados a la fiesta están de enhorabuena, y es que el concurso no tendrá una final como todos los años sino cuatro, tal y como pudo verse la pasada noche en el Gran Teatro Falla. Esta segunda semifinal que ayer dio comienzo demostró que era necesaria una fase como esta que acogiera a las mejores agrupaciones del concurso y que, por cuestiones de espacio, no caben en la gran final del 1 de febrero. Los grupos se vieron obligados a dar lo mejor de sí mismos para hacerse un hueco en la última jornada y lo cierto es que los espectadores fueron los verdaderos beneficiados en la primera ‘casi-final’.

Julio Pardo y su Coro la catedral fueron los encargados de iniciar esta sesión haciendo gala como siempre de su gran conjunto de voces. Además, hubo tiempo para la polémica debido a un tanguillo que los coristas dedicaron a Quico Zamora, al que felicitaron por su mejora de salud pero señalaron como su “enemigo más sincero”. En la letra reprocharon abiertamente al corista de pecar ahora de lo que criticó en el pasado “sólo buscando un premio” y dejaron claro que nunca volverán a salir juntos en Carnaval. Pardo abre la puerta a una posible ‘guerra’ con el coro de Zamora, al que habrá que seguir con lupa esta noche para ver si aviva las llamas de este enfrentamiento dialéctico que puede resolverse cara a cara en la gran final del viernes.

También reivindicó un sitio en la jornada decisiva del día 1 la chirigota Los de la carpa, que no sólo mantuvo el tipo respecto a pases anteriores sino que puso el listón muy alto con unas letras punteras y una gran interpretación. La final es un sueño complicado para ellos, pero nada es imposible en Carnaval...

La que sí presentó, y de qué manera, su candidatura para obtener un sitio en la final fue la comparsa de Joaquín Quiñones El mercado de las maravillas. Esta agrupación posee, posiblemente, el mejor grupo de voces del presente concurso y así lo dejan patente en cada actuación. Además, las letras del autor gaditano, pese a recaer en el ‘sambenito’ de tristes, conmovieron a un auditorio que acabó levantándose para aplaudir a la comparsa.

Otra de las agrupaciones que suenan con más fuerza entre los aficionados para la final fue la siguiente en saltar a las tablas. El código la viñi bajó un poco su repertorio respecto a pases anteriores pero por los méritos acumulados a lo largo del concurso se hace difícil imaginar una final sin ellos. El pellizco del pasodoble viñero de los de Manolín Gálvez atrapará de nuevo a los aficionados este viernes si, claro está, el jurado no se opone a ello.

Cerró la primera parte de la función la comparsa El último escuadrón, en el que a todas luces fue su último pase en el concurso. No lo hicieron nada mal los de Nene Cheza, pero lo tienen más que difícil para avanzar un peldaño más. De todas maneras, gran éxito el de este grupo, que participa por primera vez como tal en el concurso del Falla.

De continuar con esta gran noche de coplas tras el descanso se encargó la chirigota de José Luis García Cossio ‘Selu’ To pa ella, que confirmó su trayectoria ascendente en el concurso. Empezaron algo flojos en preliminares, mejoraron en cuartos y ayer el autor dio muestras de su genialidad con unos pasodobles y cuplés de antología. Sin embargo, habrá que ver si no es demasiado tarde para los chirigoteros gaditanos. En un concurso en el cuentan los puntos acumulados pinchar en una ronda siempre pesa.

Difícil también les resultará estar en la final a los comparsistas de La catedral del mar. Resulta complicado explicar por qué esta agrupación, pese a sus buenas letras y su gran conjunto de voces, no parte entre las máximas favoritas para estar en la final. La comparsa gusta mucho pero no apasiona al graderío, que no acaba de entregarse con ellos, y en una final de sólo tres plazas no parece que vayan a tener un hueco.

Las cuatro chirigotas que estuvieron presentes en la sesión de este martes podrían perfectamente tener un sitio en la final del viernes. La última en presentar sus credenciales fue la Clínica dental Nuestra Señora de las Angustias de los Dolores de Boca, de Antonio Pedro Serrano ‘el Canijo’. Un mérito que hay que reconocerle al autor sevillano es que es un auténtico maestro en sacarle partido al tipo de su chirigota. Lo hizo de nuevo en unos preciosos pasodobles en los que realizó una limpieza dental a la provincia de Cádiz y comparó el nacimiento de un niño con la salida de un diente. Hay que tener mucho arte para conseguir unas letras coherentes sin salirse de las metáforas que plantea y buscarle a todo el doble sentido. Lo mismo con el popurrit, en el que se desarrolla una historia centrada en la consulta dental para finalizar con una cuarteta sencillamente maravillosa en la que describe a Cádiz en 75 esdrújulas. Esté o no en la final, el ‘Canijo’ ha vuelto a consumar una chirigota de primera.

Y por último, para cerrar esta espectacular velada llegó la comparsa que muchos califican como uno de los grandes ‘pelotazos’ de este concurso 2008. El teatro lucía su mejor aspecto (aunque al filo de las dos de la madrugada el cansancio era evidente entre los aficionados) para recibir a la agrupación de los hermanos Márquez Mateos ‘Carapapa’, La comparsa de Momo. Volvieron a poner el listón por las nubes en letra, música y voces, especialmente con dos memorables pasodobles, el primero a la explotación laboral a niños en el Tercer Mundo y el segundo en el que describieron a un visitante las maravillas que se va a encontrar en Cádiz. Precioso piropo a La Tacita el que hicieron los hermanos ‘Carapapa’, que de nuevo levantaron al auditorio con su espectacular popurrit. La comparsa de Momo sigue su marcha imparable hacia la gran final y muy fino deberán hilar sus rivales para arrebatar el primer premio a un grupo que cuenta ya con una legión de seguidores.