AGR Andalucía

Innovar en alimentación, llave de futuro para el agro

  • El sector agroalimentario andaluz ha invertido 1.100 millones entre 2002 y 2015

  • Las empresas ofrecen novedades en procesos y productos

La innovación ha pasado de ser necesaria, tanto en los productos como en los procesos, a imprescindible para que los frutos del agro andaluz convertidos en atractivos alimentos lleguen a más consumidores y en mejores condiciones. Por eso, el sector agroalimentario andaluz destina cada vez más recursos, exactamente 1.100 millones de euros en el periodo que va entre 2002 y 2015 y 387 millones más a I+D (Investigación y Desarrollo), como se ha puesto de manifiesto en las jornadas que ha organizado el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Andalucía, las terceras sobre innovación en alimentación.

En las sesiones de trabajo se puso de manifiesto que con la innovación se logran mejoras que repercuten en el medio ambiente, en la calidad, en la eficiencia, en el ahorro de energía, en la competitividad de las empresas y se hacen los procesos más transparentes para el consumidor gracias al uso de nuevas tecnologías.

57Millones. Son los destinados a I+D por las empresas andaluzas del sector en 2015En Pascual proponen un "modelo abierto" de innovación que implica a socios y distribuidoresCampofrío está preparando una línea de productos para vegetarianos

En Andalucía el sector agroalimentario invirtió en 2015 más de 47 millones de euros en innovación, de los que 32 millones se invirtieron en la industria de alimentación y bebidas y otros 15 millones de euros en agricultura, ganadería, silvicultura y pesca.

Estas inversiones permiten realizar mejoras en productos alimenticios como las pizzas para vegetarianos con ingredientes que parecen carnes y embutidos pero que no lo son, o las pajitas comestibles, que pueden solucionar problemas medioambientales como el destino de 500 millones de pajitas de plástico que se usan para beber en España. Los dos casos son algunas de las novedades en alimentación presentadas en las jornadas, donde los directivos de importantes empresas explicaron las estrategias de innovación de sus compañías.

Las empresas andaluzas del sector agroalimentario destinaron más de 57 millones de euros a I+D interna en ese año. De ellas, la industria de alimentación y Bebidas invirtió 33 millones de euros y 24 millones de euros se dedicaron a agricultura, ganadería, silvicultura y pesca. Estos datos fueron presentados por Ricardo Domínguez García-Baquero, viceconsejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía en las III Jornadas de Innovación en Alimentación celebradas en la EOI en Sevilla. Por su parte, el presidente del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), Jerónimo Pérez Parra, destacó en su intervención que "trabajamos para mejorar herramientas en el sector agroindustrial, que nos permitan diversificar la producción con la formulación de nuevos productos o novedosas presentaciones".

"Además -agregó- éstos productos se acompañan con el desarrollo del conocimiento, desde la producción hasta la elaboración o el diseño, para lograr productos terminados, una idea extraordinaria que esperamos que tenga mucho recorrido en el mercado". Pérez Parra citó algunos de los trabajos de innovación que se realizan en la elaboración de aceite de oliva, destacó la incorporación de tecnologías de ultrasonido de potencia para sustituir alguna fase del proceso e indicó que mejora la transformación y la estabilidad del aceite y, al mismo tiempo, presenta un importante ahorro de energía. Habló de novedades muy llamativas en productos como quesos curados con incrustaciones de jamón, yogur de cabra con mermelada de higo y castaña y snacks de hortalizas saludables, entre otros. Por la empresa Tetra Pak participó como ponente en las jornadas María José Madroñal, responsable de Desarrollo de Negocio, quien señaló que "la innovación y las tendencias del sector de la alimentación en Europa" condicionan la gran variedad y oferta de envases. Destacó que el consumidor busca experiencias y sensaciones, también en packaging, optando por productos de fácil manejo, disponibles y de acceso rápido.

El director de Innovación disruptiva de Calidad Pascual, Álvaro Bernad, propuso lo que denominó un "modelo abierto" de innovación, que implica a socios, proveedores, distribuidores, clientes, consumidores e incluso competidores. "Hay que innovar con lo que sé y con lo que no sé. Es decir, si no tengo conocimiento en un área tengo que buscar alianzas para obtenerlas", explicó. Enrique Lezcano, director de Alimentos y Bebidas de España de Food & Beverage Hoteles Meliá, consideró que España tiene la obligación de ser motor de innovación "ya que tenemos la base y tradición". A su juicio, la innovación es la mejora de los procesos para hacer más rentable un negocio y es fundamental la aplicación del big data para conocer al consumidor final a través del uso de aplicaciones móviles.

El director de Categorías Emergentes de Campofrío, Luis Raimundo, contó que a pesar de que su empresa es eminentemente cárnica, están innovando en la incorporación de una línea de productos vegetarianos para adecuarse a los nuevos consumidores.

Fernando Medina, director de División de Gran Consumo del grupo aceitero Migasa, que factura 1.520 millones de euros, resaltó que está empresa es una gran impulsora de productos innovadores y explicó que su modelo de crecimiento y transformación se produce a través de alianzas estratégicas con otras empresas.

Jorge Gómez Carretero, director de I+D de Ángel Camacho Alimentación, explicó que la aceitera posee una metodología interna de trabajo en innovación aplicada al desarrollo de nuevos productos, con una sistemática creada por ellos que implica a todas las secciones relacionadas con la creación del nuevo producto.

Entre los productos innovadores destacó una alternativa natural al azúcar de mesa llamada ensulsana, y la crema de avellana la Vieja Fábrica, como marca artesanal de casa.

Por su lado, Jerónimo Cejudo, decano del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Andalucía destacó que conseguir una "más y mejor alimentación y empleando menos recursos" es un reto profesional para los ingenieros agrónomos.

"La innovación -explicó- es la herramienta que nos permitirá enfrentar el reto. Lo más significativo de nuestra época es la velocidad de los cambios. Los cambios, no sólo tecnológicos, están modificando nuestro tipo de vida a una velocidad desconocida hasta hoy. Este conocimiento es el fundamento de estas jornadas", subrayó.

Honorio González, director de las jornadas, resaltó que el principal objetivo de las sesiones de trabajo "ha sido disponer de un foro profesional donde podamos aprender de proyectos empresariales innovadores punteros de la mano de sus directivos y donde podemos ver que para innovar debemos contar con otras empresas con las que podamos desarrollar sinergias con las nuestras, así como crear un ambiente de networking en el sector de la alimentación".

"Además de que es importante innovar en productos y en procesos, pensamos que la clave está en la innovación en el modelo de negocio, realizando alianzas estratégicas entre empresas del sector", agregó.

La clausura de las jornadas contó con la presencia de Jerónimo Cejudo, decano de Colegio; Diego Díaz de la Serna, secretario Técnico del Colegio y José Manuel Quintero, director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica.

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