tomares

Un Corpus en púrpura

  • La celebración del Corpus Christi ha contado este año con la presencia del cardenal Carlos Amigo Vallejo, quien presidió la eucaristía previa a una multitudinaria procesión

El cardenal Amigo Vallejo le da la paz a José Luis Sanz en presencia del párroco de Tomares, Gregorio Sillero.

El cardenal Amigo Vallejo le da la paz a José Luis Sanz en presencia del párroco de Tomares, Gregorio Sillero. / d. s.

Con purpurado y a 40 grados. La festividad del Corpus Christi en Tomares ha contado este año con la presencia del cardenal Carlos Amigo Vallejo, quien presidió la eucaristía previa a una procesión que, pese a las altas temperaturas que se registraron, contó con numeroso público que acudió a presenciar el discurrir de su Divina Majestad por las calles de esta localidad aljarafeña.

La misa tuvo lugar en la parroquia de Belén a las 9:30. Estuvo presidida por el cardenal Amigo Vallejo. A esta eucaristía acudió también el alcalde de la localidad, el popular José Luis Sanz, quien subió al presbiterio para recibir la paz por parte de este Príncipe de la Iglesia. En la misa también participó el párroco de Tomares, Gregorio Sillero.

Las calles tomareñas amanecieron muy engalanadas al paso de su Divina Majestad

A continuación salió la procesión en una mañana que desde bien temprano se presentó bastante calurosa. Mujeres ataviadas con mantilla blanca y hombres con chaqueta y corbata integraban el cortejo que precedía a Jesús Sacramentado. En la misma también participó el alcalde tomareño, el hermano mayor de la Sacramental, Francisco Javier Rueda; y el del Rocío, Hipólito Jiménez, además de los representantes de la Policía Local, de la Guardia Civil, del Ejército, y losniños que este año han tomado la Primera Comunión.

El acompañamiento musical corrió a cargo de la banda de cornetas y tambores del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, de Dos Hermanas; y de la Banda Sinfónica Municipal de Tomares. El recorrido por el que discurrió la procesión se encontraba bellamante engalanado con colgaduras en los balcones, banderolas y diversos altares que los vecinos y las hermandades del municipio habían montado para mayor gloria de Jesús Sacramentado.

Pese a tratarse de una jornada en la que de nuevo volvieron a superarse los 40 grados, numeroso público acudió a ver la procesión del Corpus Christi por las calles tomareñas.

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