La edil de Urbanismo y Movilidad de Tomares, Lola Vallejo, recuerda al pedirle una valoración sobre cómo está funcionando la lanzadera hasta el Metro que se estrenó el 16 de septiembre que, según los expertos, hacen falta seis meses de rodaje para hacer un análisis certero y tomar decisiones para mejorar el servicio. Pero lo cierto es que los usuarios de la nueva línea M-108 del Consorcio de Transportes ya la aprueban plenamente y destacan que ha reducido el tiempo que empleaban hasta ahora para ir a Sevilla en transporte público. El reto es convencer a los que acostumbran a coger el coche para que opten por esta conexión.

La lanzadera se está ajustando a los horarios del Metro, incluso en viernes, fines de semana y festivos, cuando funciona hasta las dos de la madrugada. En los diez primeros días, registró 805 viajeros, según el Consorcio. El número ha ido en ascenso. Los conductores explican que las horas punta son entre las 07:00 y las 09:00 y entre las 14:00 y las 16:00, coincidiendo con la ida y vuelta a centros de trabajo y estudios. El público es mayoritariamente joven y usa la tarjeta del Consorcio, con transbordo. Se espera que la afluencia aumente con el inicio en firme de las clases en las universidades y se vaya conociendo que es un servicio permanente.

La mayoría de los viajeros son personas que ya utilizaban el Metro y no el coche

También ha habido un importante número de viajeros el viernes y el sábado por la noche, jóvenes que salen en Sevilla. El resto de horas la afluencia es menor, a veces un par de usuarios. Aun así la frecuencia se mantiene desde las 07:00, con salidas "en punto" y "a y media" de las Almenas y a las "y cuarto" y "menos cuarto" de San Juan Alto, frente al Metro, apuntan los conductores. La línea tiene cuatro paradas desde la Rotonda de las Almenas -tarda apenas 11 minutos, no hay atascos por el casco urbano-, pero la que registra más pasajeros es la de Aljarafesa.

Pedro Delgado es un vecino de Las Almenas, jubilado, que coge la lanzadera junto al Metro poco antes de las 10:00 del pasado viernes. Explica que viene de pasar la noche con su hermano, ingresado en el Virgen del Rocío. Ha salido del Hospital a las 09:30 y cogió un autobús hasta el Metro en el Prado. En poco más de media hora podría estar en casa, aunque antes se pasará por el supermercado. "El coche se lo he dado a mi hijo. Cuando yo trabajaba en la Gran Plaza, antes de que hubiera Metro, he vivido muchos atascos. Hasta que pusieron la lanzadera, cogía la M-192 para bajar a Sevilla y en Los Remedios transbordaba al colorao (en referencia a Tussam) para ir al hospital". La hora y media en el trayecto no se la quitaba nadie, comenta.

También le da buena nota al servicio Jesús, 18 años, vecino de Las Almenas y alumno del IES Los Viveros, en Sevilla. El día del reportaje coge la lanzadera algo más tarde porque está de papeleo, pero lo viene haciendo para ir al instituto. Antes iba andando hasta la parada de San Juan Alto, salía de su casa poco antes de las 07:30 de casa y llegaba al instituto a las 08:15. Desde que coge la M-108, sale a la misma hora pero llega al IES a las 07:50. Se enteró del servicio porque pusieron un cartel en el bar de sus padres. "Está muy bien, se ahorra mucho tiempo". "Tengo amigos que no lo han utilizado todavía, pero lo harán esta noche para salir por Sevilla", apunta.

Celia Aguado, de 19 años, coge la lanzadera y el Metro para ir a la facultad. Asegura que estaba al tanto de la iniciativa porque su padre trabaja en el Ayuntamiento y ha estado implicado en el proyecto. Antes también iba andando desde Tomares a la parada de San Juan, pero en un trayecto que hace ahora en tres minutos tardaba 15. Su temor es que la lanzadera "la coge poca gente" y no se consolide el servicio. "Le falta difusión", opina, y apunta que hay gente que vive lejos de las cuatro paradas que hace la lanzadera.

En este sentido, la edil Lola Vallejo recuerda que Tomares, junto a otros tres municipios por los que pasa la M-101, una línea circular, siguen negociando con el Consorcio de Transportes para modificar un poco su recorrido y que funcione también para Tomares como otra lanzadera por la zona Norte (Santa Eufemia, Ciudad Parque...) con el Metro. Se da la circunstancia de que Tomares es la primera parada tras éste y la última en el sentido contrario. Sobre la lanzadera que ya funciona, añade que "es poco tiempo, pero estamos sorprendidos por la acogida que ha tenido. No esperábamos que en dos semanas la media fuera ya de unos 200 viajeros al día", aunque reconoce que para los propios usuarios implica "ciertos hábitos" que no se cogen de un día para otro.

Pero no son sólo usuarios del Metro los que están haciendo suya la línea, asumida por el Consorcio pero que está financiando íntegramente el Ayuntamiento, con un coste estimado de 200.000 euros al año. La mañana del reportaje también coge la M-108, Nicauris, una dominicana vecina de San Juan, para desplazarse a su trabajo en Tomares. A pie tarda 25 minutos, cinco en la nueva lanzadera que sólo ha cogido una vez, la segunda con ésta. Todo es empezar.