La Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) se concentró ayer a las puertas de la Delegación del Gobierno en Andalucía en Sevillapara protestar por lo que consideran situación "caótica e insostenible" en la que trabajan los funcionarios de prisiones. En la protesta se repitió ante las subdelegaciones del Gobierno del resto de provincias andaluzas, se repartieron chorizos para dar a conocer su situación.

El sindicato Acaip, que representa a alrededor de 10.000 funcionarios a nivel nacional, exige la dimisión "inmediata" del secretario general de Prisiones, Ángel Yuste, a quién culpan de que los funcionarios de prisiones sufran agresiones diarias en su trabajo por carecer de un protocolo de seguridad actualizado en las penitenciarías españolas. "Cada día le parten a un funcionario la cara", declaró la coordinadora en Andalucía Oriental de Acaip, María Trigo, quién señaló que durante la pasada legislatura se produjeron 2.211 agresiones en cárceles españolas, y en lo que va de año esta cifra ha llegado a los 360 ataques.

Trigo pidió que se amplíe la oferta pública de empleo para cubrir las 3.500 plazas necesarias, ya que en muchos casos tan solo un trabajador se ocupa de hasta 80 internos, una situación que empeora en los meses de verano. También reclamó que los funcionarios de prisiones sean considerados "figuras de autoridad" para disponer de un protocolo específico de protección.