J. C. V., un vecino de Palma del Río, aceptó ayer dos años y medio de cárcel como autor de un delito de homicidio en grado de tentativa cometido al asestar dos puñaladas a su hijo por la espalda y por sorpresa. Los hechos se produjeron el 19 de septiembre de 2002, cuando el acusado, "con ánimo de acabar con la vida de su hijo", le dijo que se acercara a su vehículo y se agachara para recoger una nota debajo del coche.

El joven obedeció al padre y, en ese momento, el acusado aprovechó que se encontraba agachado y de espaldas y, "de manera sorpresiva", le asestó una puñalada en el cuello y otra en la boca que le alcanzó hasta la mitad de la cara. El procesado detuvo la agresión ante la llegada de vecinos alertados por las llamadas de auxilio y gritos de la víctima. Como resultado de los hechos, el chico sufrió una herida incisa en la cara, desde la comisura de la boca hasta la mitad de la mejilla.