La llegada de inmigrantes a las costas españolas subió un 124% el pasado año, con la recepción por esta vía de 22.880 personas en busca de una vida mejor. España batió un récord en cuanto a las cifras de inmigración irregular, con el segundo año de más llegadas desde que se tienen estadísticas. Y parece que 2018 batirá otro récord según la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), cuyo director, Fabrice Leggeri, aseguró ayer que "lo más probable" es que el flujo de llegadas siga al alza.

"Es muy probable que el flujo aumente", indicó ayer Leggeri, apuntando a la provincia de Cádiz como punto de destino clave en los flujos hacia Europa: fue la provincia que más personas recibió en 2017, con 5.954 migrantes a bordo de 376 pateras del total de 17.614 que llegaron a las costas andaluzas.

Leggeri descartó que el aumento de llegadas de migrantes a España en 2017 se deba a "un desplazamiento de la ruta desde el Mediterráneo Central". "Las rutas son distintas", subrayó, incidiendo en que quienes llegan a Italia, vía Libia principalmente, son en su mayoría subsaharianos pero del Cuerno de África, mientras que a España llegan principalmente magrebíes -el 40% fueron marroquíes y argelinos-, sobre todo inmigrantes económicos, y subsaharianos, pero de África Occidental.

No obstante, se está tratando de determinar si los migrantes de África Occidental han optado por una nueva ruta" hacia España desde Níger, principal nodo en su viaje, o por el contrario siguen usando la ruta del Mediterráneo Central.