Los famosos mantecados de Estepa, recientemente incluidos en el Registro europeo de Denominaciones de Origen protegidas, han modificado su receta después de más de siglo y medio de tradición. El objetivo es adentrar los dulces en los emergentes mercados árabes, cambiando la grasa animal que acompaña al polvorón por grasa vegetal.

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Ante la prohibición de la religión islámica de comer cerdo, los empresarios estepeños han decidido renovarse para poder llevar sus exquisitos manjares al resto del planeta. La iniciativa es resultante del I+D+I del sector que les permite adentrarse en el Norte de África, el Medio Oriente y la zona subsahariana.

El 95% de las fábricas de dulces navideños se concentran en Estepa, donde se produce más de 20 millones de kilos cada año. Un negocio que ronda los 50 millones de euros en un municipio de apenas 12.000 habitantes.