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Andalucía

El Comité Federal del PSOE mide hoy cuál es el nivel de su división

  • Los 'pedristas' se quedan sin ningún poder territorial tres meses después de la dimisión del ex secretario general

  • José Bono pide a Pedro Sánchez que se aparte y anima a Susana Díaz a liderar el partido a partir de mayo

La última vez que se votó en el Comité Federal del PSOE fue en octubre. Se trataba de aprobar la abstención de su grupo parlamentario en la investidura de Mariano Rajoy, y el equilibrio de fuerzas demostró que el partido estaba dividido por un 60% frente a un 40%. Casi por la mitad. 139 síes contra a 96 noes. Desde aquel 23 de octubre, la gestora que preside el asturiano Javier Fernández ha tratado de calmar al partido para llevarlo hasta el congreso donde se elegirá un nuevo líder. Esta mañana los socialistas vuelven a votar, se trata de decidir la fecha de ese cónclave y el balance indicará si la formación ha entrado en una senda de mayor consenso. De momento, los partidarios de Pedro Sánchez, que ayer se reunieron en Madrid, han perdido los referentes territoriales. Ya no hay barones de peso que apoyen su candidatura a la secretaría general, ni siquiera la vasca Idoia Mendia ni en catalán Miquel Iceta, que estuvieron con él hasta la dimisión. Tampoco César Luena, líder de La Rioja y su mano derecha en la organización. Aun así, hay una parte del PSOE, que hoy revelará cuál es su dimensión, que se opone a la celebración del congreso federal en junio como símbolo de su protesta. Es posible que ya sean menos del 40%, ya que el PSC apoyará la propuesta de la gestora.

La dirección provisional propondrá que el congreso se celebre en junio, probablemente el 17 y 18, con lo que las primarias tendrían lugar dos o tres semanas antes. No obstante, será otro Comité el que ponga la fecha de estas elecciones internas cuando se abra, oficialmente, el proceso congresual. En la ocasión anterior, en la que fue elegido Pedro Sánchez, transcurrieron 15 días entre las primarias y el congreso, pero ahora hay dirigentes que quieren espaciar los hitos para llegar más calmados a la cita. Sin en estos meses, la gestora ha hecho un buen trabajo, aún no ha logrado acallar el ruido interno ni aclarar las relaciones con el PSC. Aún no se ha decidido si los militantes catalanes votarán en las primarias.

Algo más de un centenar de críticos, liderados por la sevillana Nieves Hernández, presentaron ayer en Madrid un manifiesto en el que se solicita que el congreso se celebre en el mes de mayo "por si hay elecciones anticipadas". También han suscrito un documento en el que piden la impugnación del Comité Federal donde dimitió Sánchez. Su tabla reivindicativa no contiene discrepancias suficientes que justifiquen tal decisión -el congreso sólo será un mes más tarde-, más allá que, en efecto, son partidarios del ex secretario general. Entre quienes firman el documento hay militantes andaluces, pero su número es muy escaso. Siete de Jaén, nueve de Cádiz, tres de Almería, uno de Granada y 33 de Córdoba. En principio no parece que sea un núcleo seminal suficiente para armar una oposición a Susana Díaz en Andalucía.

La presidenta andaluza recibió ayer el apoyo del ex ministro José Bono. El manchego pidió a Pedro Sánchez que "se aparte" de la carrera por el liderazgo y aseguró que Susana Díaz será en el PSOE lo que ella desee. La andaluza sigue sin dar signos de su decisión, aunque cuenta con el apoyo de seis de los siete presidentes autonómicos socialistas. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, también le dio su respaldo desde una comunidad donde el partido está dividido. Para que el paso sea definitivo, la presidenta andaluza quiere que sus probables apoyos rompan ese equilibrio de un 60 a un 40, de tal modo que la organización se sitúe en condiciones de ganar las próximas elecciones generales o quedarse como la fuerza indiscutible de la oposición. Susana Díaz guarda silencio sobre su futuro, y desde Córdoba se limitó a explicar que hoy apoyará la propuesta de la gestora.

Hasta el momento, hay tres posibles candidatos a la vista, pero ninguno de ellos es seguro. Susana Díaz cuenta con el apoyo institucional y orgánico, y viene respaldada por su victoria en las autonómicas andaluzas y su alianza con Ciudadanos. Frente a ella está Pedro Sánchez. Aunque el ex secretario anunció que volvería a recorrer España para lograr apoyos a su proyecto, aún no ha revelado si se presentará. El bloque que le respaldaba se ha resquebrajado, aunque sus partidarios sostienen que es el más popular entre la militancia. Entre ambos, y como una tercera opción entre los dos polos, se quiere situar el ex lehendakari Patxi López, aunque termina sin encontrar eco en el partido. López barajaba la opción de que Sánchez se retirase de la carrera para hacerse con el respaldo de los críticos, pero éstos trataría de impulsar a Odón Elorza como su probable candidato.

La opinión de la gestora es que ninguno de los candidatos dará el paso hasta que el congreso se convoque, de modo oficial, 60 días antes de la fecha. Antes, la dirección provisional debe resolver la relación con el PSC. En una reunión celebrada el jueves pasado, los de Miquel Iceta volvieron a enviar un mensaje tranquilizador a Ferraz: la dirección catalana será neutral en el proceso de primarias. Susana Díaz ya sabe que no los va a tener en contra, al menos de un modo activo. El elemento clave de estas relaciones es la participación en las primarias de los socialistas catalanes, y esto aún forma parte de las negociaciones entre la gestora y el PSC.

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