DIRECTO Jueves Santo en Sevilla, en directo | Semana Santa 2024

El tiempo El tiempo en Sevilla para el Jueves Santo y la Madrugada

Málaga

Condenan a un sargento por darle tres cabezazos a un legionario

  • Le recriminó que se quedara rezagado en un ejercicio y le llamó "zampabollos". Volvió a agredirle cuando el soldado huyó al cuartel

Fue minutos después de las 8:00 cuando en una sesión diaria de instrucción físico-militar, que consistía en una carrera por los alrededores del acuartelamiento de Montejaque, en Ronda, saltaron las chispas. El incidente que protagonizaron un sargento y un legionario acabó en los juzgados y ha llegado hasta el Tribunal Supremo, que ha condenado al superior por abuso de autoridad después de propinarle a su subordinado al menos tres golpes en la cabeza con la suya y agarrarle por el brazo para obligarle a continuar con el ejercicio. Previamente, le había llamado "zampabollos", según reza la sentencia de la Sala de lo Militar, a la que ha tenido acceso este periódico.

Los hechos que se consideran probados recogen que el superior, que cerraba la carrera, recriminó en marzo de 2014 a uno de los caballeros legionarios, en un momento dado, que se había quedado rezagado respecto al resto del grupo. Asimismo, aseveró que "la hombría se demostraba corriendo y no pegando voces en el autobús". El subordinado, al que tildó de "zampabollos", sonrió y siguió corriendo. El sargento se colocó frente a él y le ordenó que se pusiera firme mientras le recriminaba su actitud.

Tras desobedecerle, según la resolución judicial, el legionario fue agredido y, como consecuencia, se desplazó desde el centro de la carretera en la que se desarrollaba la carrera hasta la valla situada en el lindero. El soldado comenzó a gritar "compañeros, ayuda, que me agreden" e intentó zafarse para regresar al acuartelamiento. Fue entonces cuando su superior le agarró por el brazo para evitar que se marchara y exigirle, de esta forma, que continuara ejercitándose. Otros dos sargentos decidieron intervenir en el percance, instándole a que dejara al legionario. Paralelamente, ordenaron al resto del personal que se encontraba a escasos metros y ya había abandonado la marcha que continuaran su actividad, restándole así importancia a lo ocurrido.

El soldado implicado corrió hacia uno de los responsables que intercedió e informó a su superior directo de que le habían agredido, al tiempo que se sujetaba el brazo derecho con gesto de dolor. Tuvo que ser atendido por el capitán enfermero, que le recomendó que acudiera al médico de su entidad aseguradora. Ese mismo día, se personó en el servicio de urgencias del Hospital Comarcal de la Serranía de Ronda, donde le diagnosticaron, según la sentencia, una "contusión en el antebrazo derecho".

También ha quedado probado que el legionario, después de que se procediera a la apertura de una información previa de carácter no judicial encaminada a investigar los hechos, fue sancionado por el capitán jefe con ocho días de arresto por una "falta de respeto a un superior y, en especial, las razones descompuestas o réplicas desatentas a los mismos".

El sargento que le agredió, perteneciente al ejército de tierra con destino en la Legión, interpuso un recurso de casación tras ser condenado a tres meses y un día de prisión por un delito de abuso de autoridad en su modalidad de maltrato de obra. Su escrito se basaba en una hipotética vulneración del derecho fundamental a la presunción de inocencia. La sentencia ha sido ahora confirmada por el Supremo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios