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Andalucía

La Costa del Sol se la juega

  • La subida del IVA aplazada a septiembre afecta a un sector turístico que genera en la comunidad el 12% del PIB y 7.500 millones al año · Los empresarios se resignan a asumir la carga fiscal para no tocar los precios.

El retraso de la subida del IVA al 1 de septiembre ha dado un respiro temporal al turismo de la Costa del Sol. La presión al Gobierno central de los empresarios y profesionales del sector ha resultado clave para que el aumento impositivo del 8 al 10% no entre en vigor en la época de mayor ebullición en hoteles, restaurantes, chiringuitos, playas, comercios, alojamientos rurales o camping. En todo caso, consideran que posponer su aplicación no deja de ser un parche y lamentan los efectos negativos en los meses más complicados para la captación de viajeros. La subida del IVA golpea al turismo cuando la Costa del Sol cobra más relevancia si cabe como motor económico contra la crisis.

Es una evidencia que el turismo tira del crecimiento de la provincia malagueña. No hay más que salir a la calle para observar el desfile de turistas extranjeros y de otros lugares de España, en especial durante los meses de verano. Llenan playas, terrazas y comercios. Una percepción que tiene un reflejo contundente en las cifras. La actividad turística representa entre el 12 y el 14% del Producto Interior Bruto (PIB) de la economía de Málaga, según datos del Patronato de Turismo. En Andalucía significa el 12% del PIB regional. Las reclamaciones y quejas de los empresarios no son baladíes, pues.

"El IVA ya no tiene vuelta atrás. Al menos podemos prepararnos para esta temporada alta. Después del verano y el próximo año lo tendremos que asumir", explica, no sin resignación, el hotelero Miguel Sánchez, también responsable del Consejo de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). En el sector turístico malagueño no se atreven a cifrar a cuánto ascenderá el impacto de esta carga fiscal, pero "está claro que afectará". "A nivel nacional hablan de pérdidas por 2.000 millones", se queja por su parte José Manuel Ledesma, presidente de la Federación Andaluza de Hostelería (FAH). "La actividad va a bajar", vaticina.

Pasado el verano, el turismo se verá obligado a asumir más impuestos en un momento en el que lidera la creación de empleo. Cerca de 84.000 empleos dependen directa o indirectamente de la actividad turística. La Costa del Sol cerró el año pasado con un aumento de puestos de trabajo del 2,13%. También despidió 2011 con un incremento de empresas de casi el 1,5%. Más de 11.000 negocios están relacionados con el turismo.

Otro dato que ratifica la importancia brutal del turismo en la economía de la Costa del Sol es que generó unos 7.500 millones de euros el pasado año, de los cuales 3.470 corresponden sólo al periodo estival, calcula el Patronato de Turismo. Para el presente verano prevé un impacto de 3.000 millones, ya que se espera la visita de más viajeros, hasta rozar los cinco millones, pero estos reducirán tanto las noches de hotel como el gasto, según el último informe presentado por este organismo a comienzos de semana.

Las previsiones del sector para el verano, en principio, no sufrirán alteraciones tras la decisión de aumentar la presión fiscal en septiembre. Muchos de los paquetes se han vendido ya, pero la medida arroja aún más dudas sobre el comportamiento del turismo para el resto del año. Los empresarios temen que el incremento del gravamen recorte aún más la capacidad de consumo cada vez más limitada de los españoles. "Si hay algo que va bien, es el turismo. No es conveniente en este momento", subraya Manuel Villafaina, representante de los empresarios de playa de la Costa. A la atonía del mercado nacional hay que añadir el frenazo en las expectativas de aumento de los emisores extranjeros y la pujanza de otros destinos competidores más baratos.

Hoteleros y restauradores ya se preparan para asumir el nuevo IVA. Esto menguará todavía más su rentabilidad, pero repercutir la subida en los precios podría resultar nefasto. Según el Patronato, en 2011 un turista gastó en la Costa 769,4 euros durante una estancia media de 12 días. El aumento impositivo supondría un abono adicional de 15,38 euros. Los empresarios son conscientes de los riesgos que supone exponerse a la pérdida de clientes con un aumento de los costes.

"La medida del Gobierno es fatal para el sector. No nos ha sentado bien porque llevamos cuatro años esforzándonos para no tocar precios y esforzándonos para ello. Está claro que nos va a afectar. Creo que nadie tocará los precios. Y eso que el bolsillo de empresario y chiringuiteros ya está afectado de por sí", explica Miguel Arrabal, presidente de los chiringuitos andaluces.

Cunde la decepción con el Gobierno por una medida, creen, dañina para la única industria que tira del carro. España se la juega. Y la Costa del Sol también.

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