El divorcio que la Junta y el Ayuntamiento de Málaga formalizaron en diciembre por la obra del Metro empieza a tener sus primeras consecuencias. La Consejería de Fomento acaba de remitir al Consistorio un escrito en el que le reclama su participación económica en la sustitución de un gran colector afectado por la construcción del tramo del suburbano entre el Guadalmedina y la Alameda Principal. La sustitución de este desvío de servicio, que según el Consistorio le reclama ahora el Gobierno andaluz, tiene un coste estimado en entre 1,5 y 2 millones de euros. La reacción municipal al recibir la notificación no se ha hecho esperar.

En un comunicado, el gobierno malagueño mostró su sorpresa ante la actuación de la Administración regional, recordando que hasta la fecha ha sido siempre ésta la que ha asumido con cargo a la obra del Metro la sustitución de este tipo de instalaciones.

Otras fuentes cercanas al proyecto del ferrocarril urbano justificaron la actuación de la Junta, recordando que el convenio que sirvió de base a la obra del suburbano, que data de 2003, ya fijaba la necesidad de que el Consistorio colaborase en la reposición de servicios afectados. A eso se suma el hecho de que, como apuntaron estás mismas fuentes, la propuesta municipal implica la sustitución del colector por una infraestructura nueva, lo que supone "una variante" respecto a las previsiones iniciales. En este punto destacaron que el coste "prácticamente se triplica". El escollo con el que se topa Fomento es importante, dada la necesidad de que este desvío sea ejecutado antes del mes de mayo.

Sobre ello, las fuentes indicaron que para ese momento debe haberse realizado la obra, ya que es el momento en que se prevé la ejecución de los muros pantalla correspondientes a esa parte del tramo.