Con toda probabilidad, el presidente andaluz, José Antonio Griñán, comparecerá hoy ante el Parlamento andaluz para explicar su gestión en relación con el escándalo de los ERE fraudulentos. Lo hará a petición propia y una vez la Junta de Portavoces así lo determine en una reunión a mediodía. El presidente andaluz pretende aprovechar su comparecencia "para disipar las insidias, mentiras y maldades sobre su persona y la gestión de la Junta", según expresó ayer el portavoz del Ejecutivo andaluz, Miguel Ángel Vázquez, en la habitual rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo del Gobierno.

El formato en el que comparecerá Griñán ha generado el rechazo del PP, que quiere un tratamiento extraordinario distinto al habitual y no tan "cicatero", lamentó ayer la dirigente popular Ana María Corredera. Si los grupos no acuerdan otra cosa en la reunión previa, Griñán tendrá una intervención inicial con un tiempo máximo de 20 minutos; a continuación hablarán los portavoces de los grupos con posibilidad de que Griñán responda, y cerrará finalmente el presidente andaluz. Así lo establece el Reglamento de la Cámara, aunque los populares se quejan de que no haya un segundo turno de réplica y que puedan ser diez minutos para cada grupo en lugar de 15 minutos.

El formato de intervenciones ya fue objeto de crítica por parte del PP en las semanas previas a la celebración de la comisión de investigación este verano, que finalizó sin conclusiones y con la votación de un dictamen aprobado sólo por el PSOE, que delimitaba las responsabilidades al ex director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero.

En esta línea insistirá el Grupo Socialista, aunque Vázquez rehusó aclarar si Griñán modificará en su comparecencia la posición de la Junta sobre la atribución de responsabilidades políticas a Guerrero.

El portavoz también quiso restar trascendencia a las críticas sobre el formato de debate y afirmó que Griñán "está dispuesto a dar todas las explicaciones que haga falta y el tiempo que haga falta", de forma que la Junta aceptará el formato de debate que establezca la Junta de Portavoces, incluido si acuerda que "hay opción a contrarréplica o dúplica" por parte de los grupos.

"El presidente ha tomado la iniciativa porque no tiene nada que ocultar y acudirá al Parlamento con el ánimo de construir, esclarecer los hechos y disipar muchas insidias y mentiras que viene soltando el PP sobre su persona y sobre la gestión de la Junta", concluyó Vázquez.