El que fuera vicepresidente segundo en la Diputación de Granada, Julio Bernardo (IU), reconoció ayer haber tomado "decisiones políticas" en relación a la organización de la feria empresarial Mercamed celebrada en Tetuán (Marruecos) durante el anterior mandato en la institución provincial (PSOE-IU). Bernardo, imputado en el caso, aclaró que él no se ocupaba de temas administrativos, que eran los técnicos los que le decían "lo que se podía o no se podía hacer".

Así lo señaló el ex vicepresidente de la Diputación en el Juzgado de Instrucción 6 de Granada, que investiga las supuestas irregularidades cometidas tanto en Mercamed como en el proyecto Magrec de un museo en Chaouen, en Marruecos, del que, según dijo, apenas tuvo conocimiento. Sobre el desarrollo de la feria, indicó que cree que estuvo informado en todo momento por el director del Área de Cultura y Juventud, Jorge López, responsable del proyecto y también imputado.

En lo que respecta a los problemas para iniciar la feria, explicó que a 48 horas del inicio, los camiones de las empresas españolas que transportaban las carpas del evento tuvieron un problema en la frontera, en Tánger, con lo que "la salida era que una empresa marroquí hiciera el montaje". Fue entonces cuando la Diputación tuvo que firmar una "garantía de pago" por 30.000 euros (que asumió el ente público Granada Innova) con una empresa marroquí para evitar la suspensión de la feria, que contaba con subvenciones del fondo europeo Poctefex. "La decisión de continuar con la feria la tomé yo", señaló Bernardo, que negó además haber favorecido a ningún empresario en particular y afirmó que nadie le puso objeción alguna respecto a que se hubiese hecho nada ilegal.