El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aseguró ayer que acata pero no comparte, ni habría aprobado, que el preso etarra Jon Koldo Aparicio Benito haya sido llevado desde la cárcel de El Puerto de Santa María a la de Basauri para realizarse unas pruebas de fertilidad. La noticia del viaje fue adelantada por El Mundo en su edición de ayer. "Ha sido una decisión del juez de vigilancia penitenciaria", señaló el ministro durante su visita a la Brigada de Patrimonio Histórico, en el madrileño complejo de Canillas, con motivo de la recuperación del Códice Calixtino de la Catedral de Santiago de Compostela. Fernández Díaz aseguró que ni la Administración penitenciaria ni el departamento que él mismo dirige han tenido "ninguna participación en esa decisión".

El ministro reconoció que, "con sinceridad", es una decisión que no ha producido en Interior "un entusiasmo descriptible", pero que la persona competente para tomarla es el juez penitenciario. El máximo responsable del departamento encargado de la política antiterrorista resaltó que la adopción de ese traslado se ha efectuado sin consultarles y en contra de la opinión de la Fiscalía, y reiteró: "La acatamos pero no la compartimos; si hubiera dependido de nosotros, no lo hubiéramos hecho".

"En la medida en que hemos podido, hemos querido trasladar la opinión que nos merecía una decisión de estas características con todo respeto y claridad", añadió el ministro.

Se da la circunstancia de que este preso reclamó en 2003 ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos la falta de espacios para no fumadores en los centros penitenciarios españoles, pero en 2006 dicho organismo inadmitió la demanda. Jon Koldo Aparicio Benito está condenado por delitos de pertenencia a banda armada, atentados y tenencia de explosivos.