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Congreso regional del PP

Juanma Moreno calma, pero le falta rematar

  • El presidente del PP andaluz, reelegido con el 95,04% de los votos, necesita gobernar en San Telmo para llegar a convertirse en un líder de los populares.

Juan Manuel Moreno Bonilla, Juanma Moreno, fue elegido presidente del PP andaluz hace tres años con el 98,5% de los votos, aunque el verdadero apoyo, el esencial, único y suficiente, se lo dio Mariano Rajoy unas semanas antes frente a otros posibles sucesores que prefería su antecesor Juan Ignacio Zoido. El malagueño, que entonces, en 2014, tenía 43 años, era un recién llegado a una formación curtida en los peores escenarios, sacudida por una reciente derrota, rota, dividida en la miseria. Ayer fue reelegido con el 95,04% de los votos. "En los últimos tres años he recorrido 275.000 kilómetros, en furgoneta, así tengo la espalda, hecha un ocho", dijo ayer a los compromisarios. Moreno Bonilla ha calmado al PP andaluz, ha ampliado el reducido campo de acción en el que Zoido convirtió el legado de Arenas, pero quizás eso no sea suficiente.

Quien hoy es ministro de Interior llegó tarde al congreso que el PP celebra en Málaga, se retrasó, puso el pie en el auditorio minutos después que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y cuando habló, para elogiar a Juanma Moreno, le puso el listón de la prueba: "Javier Arenas ya ganó las elecciones, ahora vamos a gobernar". Sí, en efecto, Arenas le ganó las elecciones a José Antonio Griñán, pero no pudo gobernar porque su mayoría fue insuficiente. A Juanma Moreno le han dado un plazo, tiene el apoyo del PP andaluz, pero limitado en el tiempo. La posible marcha de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, a Madrid desembocará en un cambio de cartel electoral del PSOE, y ésa es la oportunidad que tiene Moreno, se diría que casi la única oportunidad, y su partido lo sabe.

La placidez del cónclave regional contrastará con los provinciales en Sevilla, Granada y Jaén

El congreso del PP andaluz en Málaga terminará hoy con el cierre de Mariano Rajoy; ha durado tres días, pero bien se podría haber solventado en uno. Moreno lideró la única candidatura, es un tipo correcto, aseado en lo político en el sentido de que no es un extremista, no resta, es un aliado de Soraya Sáenz de Santamaría, leal a Mariano Rajoy, pero no termina de repuntar: para triunfar en Andalucía, que no es ganar unas elecciones, sino poder gobernar, se necesita dejar al PSOE unos puntos atrás en las encuestas, y los sondeos que cuentan, los que no se fabrican predestinados para un titular, siguen indicando que el PP está de dos a un punto por detrás de los socialistas. Se nota, Juanma Moreno es el presidente de los populares, pero aún no es su líder. Ha ganado sin contestación el congreso, pero ahora vienen los provinciales, donde las familias locales del PP se van a enseñar el brillo de los naranjas. Cuentan, y es seguro, que él no entrará en la batalla, que no quiere saber nada de la guerra entre partidarios de Zoido y de Javier Arenas en Sevilla, que pasará por encima de los requisitos estatutarios y dejará que José Antonio Nieto y José Enrique Fernández de Moya puedan ser elegidos presidentes en Córdoba y en Jaén, respectivamente, a pesar de ser secretarios de Estado. Es el soft power, no aprieta, no se mete en líos, si consigue ser presidente, pasará a la historia y si no, nadie recordará ni su nombre.

Susana Díaz es el nombre más repetido en este congreso del PP. La presidenta de la Junta ha decidido dar el salto a la política nacional. En el caso de que gane las elecciones primarias, seguirá en San Telmo hasta que Mariano Rajoy convoque los comicios, aguantará, pero no será la próxima candidata del PSOE a las autonómicas, habrá cambio, habrá relevo, y ése es el intervalo que espera el PP. No es ninguna tontería: el riesgo es muy grande para los socialistas. Ése será el momento de Moreno. Es posible que ninguno de los dos grandes partidos obtendrá la mayoría absoluta, serán necesario Ciudadanos o Podemos para gobernar. Un ex dirigente del PP comenta a los periodistas: "De momento, nos salvamos porque Ciudadanos no tiene una Inés Arrimadas en Andalucía". Los naranjas de Juan Marín pican, pero no repican, han blindado unos miles de votos, pero no va a arrancar más apoyos al PP. ¿Es suficiente eso para el PP andaluz? No. Ya lo dijo Zoido, Arenas ya ganó, ahora hace falta más.

El ministro del Interior no se lleva bien con Moreno. Ni con Arenas. El viernes estuvo en Málaga, pero no en el congreso, en una conferencia sobre las guerras informáticas, y ayer pasó casi de hombre fugaz por el cónclave. Sevilla será la provincia donde el PP viva uno de los congresos provinciales más polémicos. El sector más afín a Zoido, liderado hoy por el presidente provincial Juan Bueno, aunque el candidato pudiera ser otro, se enfrentará al que tutela Arenas: la ya ex vicesecretaria general, Virginia Pérez, es la elegida. En Jaén y en Granada también habrá dos listas, pero ni el alcalde de Porcuna, en la primera, ni Juan García Montero, en la segunda, cuentan con posibilidades de éxito. Fernández de Moya y Sebastián Pérez serán los líderes en estas provincias. Antonio Sanz en Cádiz y Elías Bendodo en Málaga, los dos grandes apoyos de Moreno, no tienen rival en sus territorios.

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