Andalucía

La Junta se erige como dique contra el giro a una "virulenta recentralización"

  • El Ejecutivo andaluz considera un deber desempeñar un "papel determinante" en la defensa de la igualdad entre las autonomías · Arremete contra el PP-A, a su juicio el sector "más duro" del partido

Papel protagonista. Ése es el que está dispuesto a interpretar el Ejecutivo andaluz en el actual momento político. No quiere otro. Nada de papeles de reparto y mucho menos como figurante, al fondo del decorado. Y peleará por la primera fila. En una encrucijada dominada por el debate sobre el futuro del modelo de Estado, la Junta -gobernada por los socialistas con el respaldo de Izquierda Unida- está decidida a hacerse con el guión del actor principal para dar la réplica al Gobierno de Mariano Rajoy y sus voceros, a quienes considera concentrados en una campaña dirigida a desvirtuar el sistema autonómico en favor de lo que se ha dado en llamar una "recentralización".

Desde esa posición, la consejera de la Presidencia, Susana Díaz, se ha mostrado convencida de que el Gobierno andaluz deberá gestionar una de las legislaturas más complicadas de la autonomía, no sólo por la crisis, sino porque treinta años después está llamado a desempeñar un papel determinante "ante la virulenta tentación de recentralizar España". Lo hará con toda la vehemencia que es posible, incluso con beligerancia. En el actual mapa territorial, con la mayoría de las autonomías gobernadas por el mismo partido que también es inquilino de La Moncloa, la Junta se considera como el dique que debe contener la marea centralista que, a su juicio, se extienda por España.

"Quién nos iba a decir que treinta años después íbamos a tener que vivir con tanta virulencia otra tentación recentralizadora en nuestro país", reflexiona la consejera en una entrevista con la agencia Efe. En ella, la consejera asegurado que "cierta ala de la derecha se siente cómoda con que tres comunidades vayan a una velocidad y el resto a otra".

Según Díaz, España vive "un momento histórico" en el que hay, por un lado, una "peligrosa tentación de recentralizar" y, por otro, el surgimiento de "algunos nacionalismos egoístas" -dice sin mencionar a Cataluña-, frente a lo que Andalucía "va a jugar su papel y sembrar alianzas con los ciudadanos porque sabemos que tenemos que hacerlo". Según la consejera, ese fue el rol que desempeñó el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, en la reciente Conferencia de Presidentes, celebrada pasado 2 de octubre. Díaz no duda en elogiar a Griñán, al que concede el papel "de un hombre de Estado, que puso los intereses del país por encima de cualquier otro tipo de interés" porque "nos estamos jugando mucho" en España.

El Gobierno andaluz está convencido de que la construcción del Estado de las Autonomías se puede dar por "culminada" como tal y se abre una nueva etapa en la que "tiene que mejorarse la cooperación entre lo territorios, evitar duplicidades".

"En ese escenario de cooperación, Andalucía es una garantía para la igualdad de oportunidades entre los ciudadanos, vivan donde vivan", insiste la consejera, para quien en esta "segunda fase" se tiene que avanzar en el federalismo cooperativo, en la colaboración "y Andalucía tiene que jugar un protagonismo para que España remonte el vuelo cuanto antes, evitando debates estériles como el del soberanismo".

En palabras de Díaz, "hay que dar un paso más, pero hay que darlo desde la igualdad, hay que evitar la tentación de una vuelta atrás, de revisar el consenso de 1978 que nos ha permitido cotas de desarrollo inimaginable gracias al Estado de las Autonomías".

Para afrontar este nuevo escenario, el Gobierno andaluz defiende un "gran pacto" de la sociedad andaluza, en el que tengan cabida todos los estamentos de la sociedad: empresarios, sindicatos, representantes de la economía social y del ámbito educativo. Al mismo tiempo, la consejera se muestra convencida de que el llamado comité de sabios auspiciado por el PSOE andaluz va a "aportar mucho" en la "nueva construcción" del Estado, un proceso en el que Andalucía tiene que actuar de "nexo", ser la "masilla" entre los territorios.

"Estamos haciendo un esfuerzo colectivo, con sensatez, lo que nos está llevando a una senda de entendimiento con el Gobierno central en las cuestiones institucionales, pero lógicamente la ideología nos separa y hay decisiones que nos enfrentan", explica Díaz. La consejera elogia también el "cambio de actitud" del Gobierno central en relación con Andalucía, en clara discrepancia, a su entender, con los populares andaluces, "instalados en la confrontación, utilizando las instituciones de forma desleal, especialmente los ayuntamientos".

"Sembraron dudas sobre las cuentas de Andalucía, han boicoteado el proceso de diálogo con el Gobierno de España", critica la consejera, quien asegura que el PP-A tiene "un problema interno, no ha terminado de cerrar la sustitución de Arenas". En su opinión, el PP-A aún no ha "digerido" los resultados electorales y tiene "un problema de ubicación, un problema de liderazgo". En su análisis del contrincante, "Zoido aparece aquí como un manager del sector más duro del Partido Popular, pero no nos está haciendo daño a nosotros, sino a los andaluces, porque el Gobierno de Andalucía no está pensando en clave partidaria y quien está en una confrontación extemporánea en este momento es el PP-A", sentencia Díaz.

Frente a la figura del presidente del PP-A, la consejera revaloriza el papel del secretario general del PSOE-A y presidente de la Junta, de quien dice que "en estos momentos es una garantía para los andaluces, pero también para el conjunto de los ciudadanos de este país".

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