Andalucía

La Junta abre la puerta a "desclasificar" suelo urbanizable y elige Valdevaqueros

  • El consejero de Turismo dice que se hará "donde sea posible", pero su idea choca con las competencias municipales · Existe el precedente de Conil, donde se intentó blindar de la especulación la playa de Castilnovo

La Consejería de Turismo quiere avanzar hacia otro modelo de desarrollo turístico alejado del hormigón y la primera propuesta en esta dirección lanzada por su titular, Rafael Rodríguez (IU), es la "desclasificación" de suelo urbanizable allí "donde sea posible", para salvarlo. El punto de partida elegido podría ser Valdevaqueros, en Tarifa, una enclave costero, situado entre dos parques naturales, que está en clara situación de riesgo tras el proyecto aprobado por su Ayuntamiento para la construcción de 350 apartamentos y más de 1.400 plazas hoteleras, lo que ha provocado protestas ciudadanas y de organizaciones ecologistas.

El único problema con el que se puede topar la Consejería es el encaje legal de su planteamiento. Porque quien hoy por hoy tiene en exclusiva las competencias para clasificar o desclasificar suelos son los ayuntamientos. En el caso tarifeño sería un obstáculo, ya que además del partido que gobierna, el PP, este plan ha contado también con el visto bueno del PA y del PSOE, precisamente el socio de IU en el Ejecutivo andaluz.

No obstante, se pueden buscar mecanismos alternativos. El consejero tiene como modelo de desarrollo turístico Conil de la Frontera, municipio gobernado desde 2005 por IU -quien ha sido su alcalde hasta mayo de 2012, Antonio Roldán, es hoy viceconsejero de Turismo-, y que ha logrado mantener virgen algunos tramos de su costa. La batalla más significativa fue el rescate de la playa de Castilnovo, que el Ayuntamiento lo declaró no urbanizable en su Plan General de Ordenación Urbanística, pero para blindarlo definitivamente de cara al futuro -un implicado en el operación Malaya compró un terreno pese a estar protegido y eso encendió las alarmas-, buscó como aliados a la Junta de Andalucía, para que lo declarara paraje natural, y al Ministerio de Medio Ambiente, al que se planteó que ampliara la zona de servidumbre a 200 metros o que adquiriera las fincas colindantes para impedir cualquier construcción, aunque ninguna de las medidas finalmente prosperaron.

Con estos antecedentes, Rodríguez considera que Conil es la prueba de que es posible "otro modelo" de desarrollo turístico, y argumenta que el que se ha impulsado hasta la fecha "ha conducido a la ruina porque ha sido ligado a la especulación inmobiliaria". "Si queremos tener futuro y queremos ser competitivos, hay que cambiarlo", asevera el consejero, quien insiste en que no se trata de "desclasificar por desclasificar", sino que se debe hacer para poner en valor esos espacios.

El titular de Turismo invita a reflexionar a todas las instituciones sobre el modelo turístico ligado a la construcción, en un sector cada vez más competitivo, y se muestra convencido de que si los turistas eligen Andalucía es porque ofrece algo distinto, que "no puede ser una línea continua de hormigón en la costa".

El punto negro de ese modelo es el hotel de El Algarrobico, ubicado en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar (Almería), "será un hito importante para proyectar un nuevo modelo de desarrollo urbanístico", al igual que "reconsiderar Valdevaqueros", una playa virgen en cuya cercanía está prevista la construcción de una urbanización.

El auge de la construcción llevó también a algunas promotoras inmobiliarias a hacerse con algunos hoteles que hoy están cerrados, lo que evidencia que Andalucía "necesita inversores que apuesten por el modelo turístico, no necesita especuladores", subraya.

Tras dos meses "intensos" en el cargo, Rodríguez tiene claro que uno de los puntos débiles de Andalucía como destino turístico es la imagen que se ha proyectado ligada a "temas especulativos y corruptelas".

Además, considera que hay que avanzar en la lucha contra la temporalidad y la precariedad en el empleo porque los trabajadores son los "primeros embajadores" del producto turístico, así como en lograr una mayor coordinación de las instituciones en la promoción.

En cuanto a los recortes presupuestarios derivados del plan de ajuste de la Junta, que obligan a "optimizar recursos", según Rodríguez, eso significará ir de la mano de Turespaña en el ámbito internacional y debatir con el sector cómo continuar en las principales ferias turísticas: World Travel Market en Londres, Fitur en Madrid e ITB en Berlín. A este respecto no descarta ninguna opción, incluida la posibilidad de reducir metros de exposición o integrarse en el espacio de Turespaña, en función del presupuesto disponible y la opinión del sector. Aunque también apuesta por que, además de la inciativa pública, el sector privado se involucre en el diseño de objetivos y actuaciones, y también su financiación.

Rodríguez asegura que el modelo que defiende IU "le interesa a la mayoría" de los agentes turísticos de Andalucía porque se basa en la sostenibilidad, calidad, excelencia, en la defensa del empleo y de los pequeños y medianos empresarios, y en una "adecuada" organización del territorio.

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