Los 500 vecinos del número 27 de calle Cabriel, en el barrio marginal de La Palmilla, en Málaga, viven desde hace un año sin luz eléctrica. Doce meses sin agua caliente, ni televisión, ni ascensor en un edificio de 13 plantas lleno de niños y de personas mayores con problemas de movilidad encerradas en un bloque que se cae a pedazos y donde pocos servicios públicos se atreven a entrar.

Hace justamente un año, un incendio hizo saltar por los aires el cuarto de contadores por la sobrecarga de conexiones ilegales a la que lo tenían sometido. Sólo seis vecinos estaban dados de alta en Endesa, los mismos que mantienen en orden sus papeles de propiedad de las viviendas que adjudicó la Junta de Andalucía.

El Ayuntamiento de Málaga y el Gobierno andaluz se pasaron las competencias durante meses, hasta que el Consistorio decidió asumir la puesta en marcha de los arreglos. Mientras, la Delegación Provincial de Obras Públicas se comprometió en mayo del año pasado a realojar en otras viviendas a los propietarios, sin que de momento lo haya hecho. Como tampoco ha expropiado el edificio para abordar su arreglo integral.