ángel Burgos, de 44 años, que fue atendido cinco horas después de sufrir un ictus en Urgencias del hospital de Antequera, murió ayer. Su familia transformó la tragedia en un acto solidario al donar sus órganos. "Ha fallecido un buen hombre", informó su cuñado, Bernardo Reina. "Él no era donante, pero había dicho verbalmente que quería serlo, así que la familia ha respetado su voluntad", dijo.

Tras la donación, el cuerpo fue llevado al Instituto de Medicina Legal (IML) para la autopsia. Hay hay un proceso judicial en marcha ya que la familia puso una denuncia a través de la Asociación El Defensor del Paciente contra el hospital de Antequera por presunta imprudencia. Posteriormente, el cuerpo será llevado a Fuente de Piedra, municipio del que es oriunda la familia.

La familia del paciente, que tardó cinco horas en ser atendido, donará los órganos

Sobre el anuncio hecho ayer por la consejera de Salud, Marina Álvarez, de que la Junta valora introducir cambios en los protocolos de Urgencias para evitar casos como este, Reina manifestó: "Si conseguimos eso, algo es algo. Es un precio muy alto el que hemos pagado, pero salvará vidas".

El 11 de enero Ángel Burgos se sintió mal en el trabajo. Eran las 10:30. Fue a la farmacia más próxima, se tomó la tensión y la tenía alta. Le aconsejaron que fuera al hospital de Antequera. Lo llevó un compañero. Llegaron sobre las 11:30. Presentaba desorientación, dolor de cabeza y tensión alta. El compañero se marchó. A las 12:30 le hicieron una analítica y un electrocardiograma. Le dijeron que aguardara los resultados en la sala de espera de Urgencias. Y le dio el ictus. Por eso no atendió las llamadas por megafonía. Así estuvo cinco horas hasta que otra usuaria se percató de la actitud extraña de aquel hombre que parecía "dormido".

Fue trasladado muy grave al Hospital Regional. Ingresó sobre las 20:00. A las 22:30 entró en quirófano para una operación que se prolongó hasta las 3:00 de la madrugada. Ayer murió en este centro sanitario.