En las iglesias de Córdoba las misas seguirán teniendo el mismo ritmo de siempre. Y no habrá cambio alguno en la liturgia. El Obispado descarta, por ahora, introducir ninguna medida relacionada con la gripe A. Dentro de la campaña de prevención para la propagación del virus H1N1, el Ministerio de Sanidad recomienda que algunas prácticas de la misa se eviten si no fueran necesarias, para así reducir las situaciones de contagio.

La nueva gripe se propaga por contacto directo, de ahí que Sanidad advirtiese que acciones como dar la paz, comulgar o meter la mano en las pilas de agua bendita para santiguarse, pueden multiplicar las posibilidades de transmisión. Por ello, estudia incluso intervenir legalmente si ello fuese necesario. Sin embargo, la Diócesis de Córdoba no se plantea ninguna de estas medidas mientras lo que se emita no pasen de ser recomendaciones. Aun así, el Obispado sostiene que si el Ministerio de Sanidad decide prohibir las acciones que considere que pueden facilitar el contagio, tomará las medidas oportunas.

La diócesis estudiará el grado en el que puede afectar a las misas. Entre los feligreses existe diversidad de opiniones. Algunos ven que eliminar las posibles prácticas de riesgo "no es competencia del Gobierno", mientras otros lo aceptan, pues consideran prioritario evitar que se propague el virus. Sin embargo, la mayoría considera que la misa se puede seguir celebrando tal cual, ya que "no es obligatorio usar agua bendita ni tocar a los demás para dar la paz".