No supone mucho dinero en el océano del presupuesto de la sanidad pública andaluza, pero era un gesto necesario. La Administración sanitaria andaluza anunció ayer que van a desaparecer 71 puestos directivos de su organigrama y que la gestión de sus tres fundaciones se va a unificar.

La consejera de Salud, María Jesús Montero, presentó ayer este proceso de "racionalización" acompañada de José Luis Gutiérrez, gerente del SAS. La iniciativa supone incrementar notablemente la carga de trabajo de los directivos que no se caen del organigrama y pretende ahorrar unos 4,9 millones de euros anuales sobre los que ni siquiera Montero tiene garantías de que se vayan a quedar en el SAS: "Aún no están los presupuestos", dijo.

Este plan de adelgazamiento se aborda, sin duda, bajo el imperativo de los agobios de la escasez de tesorería; pero su principal rédito consiste en que es, por fin, un gesto visible, escenificable, ante los aproximadamente 100.000 trabajadores de la sanidad pública que están experimentando en carne propia su dosis alícuota de la depauperización e incertidumbre que se viven en casi todos los ámbitos de la sociedad andaluza.

La reducción de directivos en el territorio SAS (además hay empresas públicas y fundaciones) es el resultado de unificar las gerencias, según los casos, de varios hospitales entre sí, de hospitales y distritos de atención primaria y de algunos distritos entre sí. En concreto, por provincias, salvo en Almería -el diseño prácticamente ex novo de su estructura sanitaria años atrás permite que ahora no se afronten cambios en este ámbito-, la estrategia de adelgazamiento se hace notar en las otras siete. En Cádiz se pierden nueve puestos directivos y se ahorran 600.000 euros; en Córdoba, siete puestos menos y un ahorro de 450.000 euros; en Granada se ahorran con esta reorganización 600.00 y nueve directivos; en Huelva, siete puestos y 450.000 euros; son 13 los puestos de dirección que se eliminan en Jaén y 600.000 euros el ahorro generado; en Málaga se eliminan ocho puestos y se ahorran 540.000 euros; en Sevilla, 10 directivos menos y 660.000 euros de ahorro.

Respecto a las empresas públicas, las asistenciales ya quedaron unificadas en su día en la Agencia Pública Empresarial de la Costa del Sol y la Escuela Andaluza de Salud Pública ya ha visto cortado su presupuesto en un 45%; esos deberes ya están hechos.

La Fundación Progreso y Salud asumirá la dirección de las otras dos fundaciones gestionadas por la Administración sanitaria andaluza: Iavante y la Agencia de Calidad. Ello implica que la reducción de directivos en este ámbito será del 40% (se pierden ocho puestos) y que la plantilla se verá reducida entre un 15% y un 20%. Se ahorrará aquí un millón de euros.

En general, los afectados, si son funcionarios (la inmensa mayoría), vuelven a sus puestos o se reenganchan a otra comisión de servicio. Si no lo son, su contrato se acaba; la consejera no supo concretar su futuro, "porque el proceso se está ajustando ahora".

Adelgazamiento de la Administración

El vicepresidente de la Junta y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas (IU), considera que los despidos en la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA) hay que enmarcarlos "dentro de la normalidad". En rueda de prensa en Algeciras (Cádiz), Valderas aseguró que la decisión de la consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés (IU), obedece a una "readecuación de la Administración y de las empresas públicas".

La consejera de Administración Pública aseguró en comisión parlamentaria que no iniciará ninguna nueva reordenación del sector público, pero dejó claro que sí culminará el proceso iniciado, con la supresión de los 95 consorcios de las Unidades Territoriales de Empleo y Desarrollo Local, tras lo que pidió al PP que "no demonice" a los empleados públicos de empresas públicas y organismos autónomos. Aguayo dijo tener clara "la hoja de ruta".

Por su parte, la consejera de Presidencia e Igualdad quiso dejar claro que en la hoja de ruta del Gobierno andaluz está desde el primer día la reducción de altos cargos, algo que se hará sin que se resientan los servicios ni la gestión que se presta. En declaraciones a los periodistas en Sevilla, Díaz dijo que la reducción de altos cargos es un compromiso nítido, como ya se pudo ver con los nombramientos de los servicios centrales de la Junta y de la estructura periférica.