Emilio de Llera seguirá en el Gobierno andaluz como consejero de Justicia. La mano que Susana Díaz le pasó por el hombro a su consejero en la bancada del Parlamento minutos antes de su reprobación fue la escenificación de que este apoyo se mantendrá en el tiempo. Fuentes de San Telmo lo explicaron así, y aportaron un argumento: es la primera vez que se reprueba a un consejero por unas declaraciones, de las que además se disculpó al día siguiente. Pero más allá de este asunto, el Gobierno andaluz cree que Podemos y PP intentan reeditar la oposición de los tiempos de la pinza, cuando el Ejecutivo de Chaves se quedó en minoría en 1994 frente a un Parlamento rebelde. No obstante, en el caso de la reprobación de De Llera quienes le han fallado al PSOE son sus aliados de Ciudadanos. Este partido solicitó la dimisión del consejero, aunque la intervención de su portavoz, Marta Bosquet, en la sesión de la reprobación fue más dura con el PP y su trato con los jueces que con el propio Llera, a quien saludó afectivamente cuando bajó del estrado.

La reprobación de la Cámara no tiene efectos jurídicos sobre el diseño del Gobierno, que estatutariamente corresponde en exclusivo a la presidenta de la Junta.

En 1994, el Parlamento andaluz entró en torbellino, Manuel Chaves se había quedado en minoría y el PP e IU se aliaron en la pinza, una estrategia planificada y diseñada entre Javier Arenas y Luis Carlos Rejón que contaba con la simpatía de José María Aznar y Julio Anguita. El Parlamento reprobó en septiembre de ese año al portavoz del Gobierno andaluz, entonces José Nevado, por entender que era “partidista”, y después a la consejera de Economía, Magdalena Álvarez, por retirar el proyecto de Presupuestos de 1995. Las cuentas que el Gobierno andaluz envió entonces a la Cámara quedó modificado de arriba a abajo, por lo que el Ejecutivo optó por retirarlo antes que ejecutar un Presupuesto que ya no era el suyo. La fiebre de las reprobaciones llegó hasta el propio Manuel Chaves, que estuvo a punto de ser censurado políticamente, pero el presidente del  Parlamento, entonces Diego Valderas, hizo retirar esta propuesta que partía de IU. 

De Llera fue reprobado el jueves con los votos de Podemos, Ciudadanos y del PP, debido a unas declaraciones en Onda Luz en la que criticó la independencia de los jueces y llegó a citar a Hitler como ejemplo de un independiente que hace las cosas mal. La entrevista del consejero, en efecto, fue un despropósito, casi impropia de un consejero que no tiene pelos en la lengua, que sabe dónde se mete cuando habla porque es fiscal de carrera y conoce el sector, pero que en esa ocasión erró en casi todo. Las cuatro organizaciones de jueces solicitaron su dimisión. De Llera  ha sido un hombre clave en la defensa política de la Junta en el caso de los ERE, conoce las entrañas de los juzgados y siguió de cerca el relevo de Mercedes Alaya en el número seis de instrucción, un caso, no obstante, que resolvió el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Fue este organismo el que propuso retirarle la comisión del servicio, aunque posteriormente lo validó el Consejo General del Poder Judicial. Aunque el PP culpa a de Llera de la salida de Alaya, lo cierto es que fueron estos dos órganos los que apartaron a la juez del caso de los ERE, una vez que solicitó su trasladó a la Audiencia de Sevilla.

Más allá del caso del consejero, la reprobación ha supuesto una mayor ruptura entre la presidenta Susana Díaz y Podemos en Andalucía. Desde Podemos se ha explicado que dudaron si apoyar la reprobación, pero tanto la intervención de la presidenta el jueves por la mañana como la de su portavoz, Mario Jiménez, ya por la tarde, inclinaron la balanza a favor. Fue en esta sesión en la que Susana Díaz llamó hipócritas a Podemos por solicitar una lista conjunta con el PSOE al Senado cuando los habían llamado “cortijo” y “casta”. Sin embargo, en el PSOE opinan que Podemos está instalado en la campaña electoral y que había decidido con anterioridad sumarse a la proposición del PP.