La resaca de las primarias del PSOE se presenta larga. Al menos en Andalucía. Fue Susana Díaz quien garantizó este martes que "ya no hay bandos" entre los socialistas, pero la Ejecutiva regional que ella misma lidera no está por la labor de favorecer la integración a la que Pedro Sánchez aspira para el 39 Congreso Federal del PSOE. El secretario general ha ofrecido a los barones un pacto de no agresión con la condición de que la proporción de delegados que cada provincia envíe al cónclave de junio se corresponda con el resultado de la votación del domingo.

La oferta cuenta con el aval de todos los líderes regionales con la excepción de dos: Susana Díaz y Javier Lambán. La postura es, hasta cierto punto, lógica. Guillermo Fernández Vara, Emiliano García Page y Ximo Puig no lograron presentar resistencia a los pedristas en sus feudos: Extremadura, Castilla-La Mancha y Valencia. Ahora están en una situación de debilidad respecto a Pedro Sánchez, al igual que el aragonés Lambán, que pese a llamar ayer a la "fraternidad", tampoco quiere integración de listas.Lo mismo le ocurrió al todavía presidente de la gestora, Javier Fernández, en cuya federación también perdió Díaz. Es justo allí donde ya hay un acuerdo firmado entre los representantes de las tres candidaturas para aprobar una lista unitaria para el Congreso Federal que debe refrendar a Sánchez como líder del PSOE. Es la propuesta que los pedristas han enviado a todas las federaciones y que se ha encontrado con la resistencia de andaluces y aragoneses.

La tesis de la dirección que lidera Susana Díaz es que cada votación es distinta y son optimistas respecto a los congresillos del domingo. Esperan pulverizar el 63% de sufragios logrado el pasado domingo en Andalucía y dejar a los partidarios de Sánchez por debajo del 20% de los apoyos. Los estatutos del PSOE establecen que las listas que no superen ese umbral en los congresos provinciales previos al federal no pueden enviar sus delegados al cónclave nacional. En ese caso, sólo la candidatura ganadora tendrá representantes en el cónclave. Y esto es justo lo que pretenden lograr desde la Ejecutiva de Díaz. No será tarea fácil. Sánchez superó el 30% de apoyos en la región, con picos de hasta el 38%, como sucedió en Cádiz.

A su entrada en la Comisión Ejecutiva Federal celebrada este martes, Susana Díaz apeló a la libertad de los militantes cuando fue cuestionada por la posibilidad de integrar al resto de candidaturas en los congresillos. La dirigente andaluza no hizo más que refrendar la postura adelantada en la mañana de ayer por su número tres a nivel orgánico, Francisco Conejo y por las posturas que los miembros de su equipo están tomando en la negociación con los pedristas.

El hombre fuerte de Sánchez en la comunidad, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, no recibió respuesta formal a su oferta de integración por parte de la dirección del PSOE andaluz. Sin embargo, no todo el mundo está siguiendo al pie de la letra las directrices de San Vicente. Hay agrupaciones locales en la región que sí están llegando a acuerdos de integración con los pedristas sobre los representantes que enviaran a los cónclaves provinciales previos al congreso.

Sin embargo, dentro de la Ejecutiva del PSOE andaluz hay voces de provincias como Jaén, Málaga y Cádiz que abogan por el acuerdo. En Jaén, por ejemplo, hay disposición para pactar las listas de delegados. Francisco Reyes, el secretario general jiennense, era uno de los candidatos a liderar el PSOE andaluz si finalmente Díaz ganaba las primarias, y en su feudo se esperaban mejores datos para la presidenta andaluza. Desde los representantes andaluces de las candidaturas de Pedro Sánchez y Patxi López también insisten en la búsqueda de acuerdo. Son, por ejemplo, el pedrista José María Roman y el patxista Javier Pizarro, alcaldes de Chiclana y Alcalá de los Gazules, respectivamente.