Que Juan Cornejo y Susana Díaz exijan al Gobierno -como hicieron este lunes- que se dé prisa en proponer un nuevo modelo de financiación autonómica no es novedoso, pero sí lo es que una integrante del Gabinete de Mariano Rajoy defienda que están dando "un paso adelante" en la negociación para establecer el nuevo sistema de reparto de fondos estatales entre las regiones. Lo dijo la ministra de Empleo, Fátima Báñez, quien participó ayer en la Junta Directiva Autonómica con la que los populares dieron el pistoletazo de salida a su actividad en 2018. Rodeada de la cúpula de los PP andaluz, la política onubense lanzó un órdago a los socialistas -de Madrid y de Sevilla- al afirmar que espera el "apoyo" del PSOE tanto a nivel de grupo parlamentario en el Congreso como a nivel regional.

"El PP y el Gobierno del PP están haciendo lo que tiene que hacer: dialogar con todos, con todas las comunidades y con todos los grupos parlamentarios", defendió la titular de Empleo, que espera que el resto de fuerzas en la Carrera de San Jerónimo hagan lo propio. Sus declaraciones llegan ocho días después de agotar el plazo que salió de la Conferencia de Presidentes de principios de 2017, que fijó en el final del año pasado el límite para que el Gobierno hiciera su propuesta. Esa dilación es lo que le afea el PSOE y, con especial virulencia, desde la federación andaluza, aunque ayer fue el presidente valenciano, Ximo Puig, quien concedió una semana de gracia -hasta mediados de enero- para que el Ejecutivo popular haga su propuesta.

Susana Díaz no le dio ningún plazo, pero sí instó este lunes a Rajoy y a su ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a que abandonen "las excusas y el regateo" y presenten su idea sobre el nuevo modelo de reparto de fondos entre las comunidades del régimen común". La jefa del Ejecutivo andaluz recordó que, antes de Navidad, Montoro retrasó la negociación hasta después de la formación del Gobierno en Cataluña, pero aseguró que "los ciudadanos no pueden esperar a que a ambos les apetezca ponerse a trabajar".

Según Díaz, la urgencia por que el nuevo sistema de financiación eche a andar es la importancia que tiene para sufragar los servicios públicos esenciales. En eso coincidió, al menos ayer, con Báñez, quien en su intervención también se acordó de las necesidades de la sanidad y la educación. "Los servicios públicos los reciben las personas, no los territorios", abundó la ministra de Empleo.

Pese al bloqueo, este lunes hubo más similitudes entre populares y socialistas. Fue el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, quien aludió a la igualdad entre regiones, ya que aseguró que su partido defiende un nuevo modelo "no sólo pensando en Andalucía, sino en España" para garantizar que "todos los ciudadanos, vivan donde vivan, tengan garantizada la financiación de los servicios públicos".

Además, Cornejo confió en que el grupo de trabajo sobre financiación autonómica creado en el Parlamento, que el próximo 25 de enero deberá presentar sus conclusiones, alcance la unanimidad para que haya una "voz única" de Andalucía durante la negociación, una idea que también defendió ayer el líder de IU, Antonio Maíllo.

El dirigente izquierdista cree que un hipotético consenso sobre la financiación en el Parlamento "tendría mucho valor", ya que considera que permitirá "cambiar el guión de Moncloa y del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy". Para lograrlo, aseguró, su partido hará "todo lo esté en su mano" para que el acuerdo en Andalucía sea posible y así dejar a Rajoy "sin excusas, ya que hasta ahora se sirve del conflicto catalán y de los diferentes enfoques de los territorios sobre la reforma del modelo financiero".