Andalucía

Carambola de izquierdas

  • El debate sobre el modelo de financiación autonómica deja aislado a Ciudadanos, sano y salvo al PP andaluz, y a Podemos e IU con la mano tendida al PSOE para futuros pactos

Juan Marín, durante el debate.

Juan Marín, durante el debate. / EFE

El intento del PSOE de aislar al PP a causa del debate sobre la financiación autonómica ha provocado una extraña carambola en el Parlamento andaluz. De un lado, ha sido Ciudadanos el que se ha quedado solo, no el PP, mostrando un fondo liberal incompatible con la socialdemocracia defendida por el PSOE, una postura irreconciliable con la igualdad entre las autonomías. Una posición marcada por el cuartel general de Albert Rivera. Y de otro, ha puesto a la izquierda, a Podemos e IU, pero sobre todo a IU, en una posición de mano abierta a Susana Díaz. "¿Ve cómo es posible acordar políticas de izquierda?", le recordó el líder de IU, Antonio Maíllo, a la presidenta de la Junta. También lo había hecho antes Carmen Lizárraga, la parlamentaria de Podemos que ha participado en la elaboración de la posición que el Parlamento ha fijado sobre el reparto de fondos entre las comunidades autónomas. Sigamos construyendo.

Puede ser un guiño, una primera piedra de un puente que, de momento, Susana Díaz rechaza, pero ahí están los parlamentarios por si algún día, y después de unas nuevas elecciones, cambian las alianzas por causa de la aritmética.

El Parlamento andaluz ha fijado su posición sobre la reforma del modelo de financiación autonómica, con los votos afirmativos de PSOE, IU, Podemos y PP, que en los asuntos relacionados con la identidad de la comunidad ya aprendió del referéndum del 28 de febrero. Su apoyo al segundo Estatuto de Autonomía es el ejemplo paradigmático de que no se va quedar aislado nunca más en asuntos trascendentales para la comunidad, y el sistema de financiación lo es. Al final, esta negociación enfrentará más a las comunidades entre sí, aunque sean del mismo signo político, que a los partidos. Así que, para evitar males mayores, el PP se ha sumado al acuerdo, aunque le hayan rechazado todos y cada uno de los 21 votos particulares que presentó como enmiendas. Ni por ésas se ha retirado.

Suave. Los socialistas han evitado la crítica general a Ciudadanos por este asunto, aunque quizás se la guarden para la campaña. Susana Díaz sí negó los argumentos que los naranjas han dado para oponerse al modelo de financiación que ella defenderá ante el Gobierno central. Díaz negó tres veces Ciudadanos: la propuesta no contiene ninguna subida de impuestos, la propuesta pide "transparencia" en el cálculo del Cupo vasco y su homólogo navarro y la propuesta es igualitaria porque rechaza el principio de ordinalidad.

"La ordinalidad es lo que nos separa", dijo Susana Díaz, porque "si las comunidades ricas siempre cuentan con más dinero, nunca habrá igualdad entre los ciudadanos" del mismo país. Este principio es una cláusula que protege a las comunidades con mayor renta para que no pierdan posiciones en el reparto que el Estado hace de los fondos comunes. Si una comunidad, Madrid, por ejemplo, es la primera en recaudación por habitante no puede ser segunda, o tercera, en fondos disponibles para gastar. Este principio, sin embargo, no está recogido ni en la Constitución ni en ley orgánica. Ni es un principio inspirador del Estado autonómico, es una contribución del catalanismo que asumieron todos los partidos en Cataluña.

Susana Díaz, durante su intervención. Susana Díaz, durante su intervención.

Susana Díaz, durante su intervención. / EFE

Tanto la presidenta como el portavoz socialista, Mario Jiménez, evitaron criticar en exceso a los naranjas; al contrario, prefirieron cargar el discurso contra el PP Susana Díaz no necesita un acuerdo parlamentario para defender su propuesta ante el Gobierno central, pero la petición de un consenso general también escondía el intento de dejar aislado al PP. No ha sido así. Lo que ha ocurrido es que, por primera vez, Ciudadanos se queda solo y enfrentado a sus aliados socialistas, a quienes apoyan en el Parlamento para mantener el Gobierno. Susana Díaz solicitó al PP andaluz que defienda en el futuro este documento, incluso en contra de su Gobierno. La mayoría socialista no ha aceptado ningún voto particular al resto de los grupos, bloqueados entre sí porque el PP no apoyará ninguno de Podemos e IU ni viceversa.

A pesar de la importancia que se le ha querido dar al debate y que, en efecto, tiene para Andalucía, lo probable es que el Gobierno central no abra la negociación de la financiación autonómica. Al menos, hasta que no tenga un Presupuesto para 2018.

La propuesta que asume el Parlamento andaluz defiende que la nivelación del gasto por habitante sea equitativa tanto para las competencias básicas como sanidad y educación, como para el resto. El criterio de reparto por población se disuelve en la actualidad al ponderar el número real de habitantes con otros factores como la dispersión o el envejecimiento. Parte del hecho de que la financiación actual es insuficiente para las comunidades y propone participar en el 70% de los ingresos del IVA. Ahora es del 50%. La Junta calcula que las autonomías necesitan 16.000 millones de euros más, aunque no especifican la cifra en el documento de síntesis.

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