Andalucía

Tregua en un campo de batalla

  • Sánchez vuelve con sus asambleas ciudadanas al mismo escenario donde, en plenas primarias, dio un multitudinario mitin acompañado por Anne Hidalgo

Pedro Sánchez se dirige a los militantes y simpatizantes socialistas en un acto celebrado ayer por la tarde en Sevilla.

Pedro Sánchez se dirige a los militantes y simpatizantes socialistas en un acto celebrado ayer por la tarde en Sevilla. / juan carlos muñoz

Viernes 19 de mayo de 2017. Verónica Pérez, secretaria general del PSOE de Sevilla, acompaña a Susana Díaz en el acto de cierre de la campaña de la presidenta de la Junta, que aspiraba a ganar las primarias socialistas a nivel federal. El mitin fue a la orilla del Guadalquivir, en el Muelle de las Delicias. A la misma hora, a la altura del Puente de Triana, un par de kilómetros más al norte, Pedro Sánchez cerraba su tournée con la fulgurante Anne Hidalgo, alcaldesa de París, como estrella. Martes 23 de enero de 2018. Verónica Pérez vuelve a la orilla del Guadalquivir, a los pies de la Torre del Oro, pero a quien acompaña es a Pedro Sánchez, que ganó las elecciones internas aquel fin de semana de mayo y que sólo ha pasado por Sevilla en los últimos meses para lo estrictamente necesario.

El líder del PSOE no ha tardado demasiado en reconciliarse con el resto de barones que se pusieron del lado de la presidenta de la Junta, pero hasta ayer no comenzó esa tarea con la propia Díaz. "Las discrepancias están superadas", zanjó Sánchez en el Foro Joly, primer acto de una jornada que comenzó con una breve reunión privada entre ambos dirigentes, siguió con una visita a una empresa de Formación Profesional, una reunión con la cúpula de UGT y acabó con esa asamblea abierta inaugurada por Verónica Pérez para abordar las propuestas socialistas en materia de pensiones. En el auditorio, susanistas -Verónica Pérez y Juan Espadas, alcalde de Sevilla- y pedristas -Francisco Toscano y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis- que han enterrado el hacha de guerra.

"Te pido alianzas y complicidad", dijo la dirigente sevillana a su jefe de filas antes de recordarle cuál es la bandera que "siempre enarbolan" en el PSOE de Andalucía, "la de la defensa de la igualdad". Era un globo sonda sobre la prioridad de los socialistas andaluces en los últimos meses, la reforma del sistema de financiación y la posibilidad de que la solución al conflicto catalán pase por dar privilegios a la Generalitat. Pero no hubo manera. Sánchez venía a hablar de pensiones y de pensiones habló delante de unas 500 personas, según la organización.

El secretario general socialista lo tiene claro, "da la sensación de que la legislatura está agotada". Además, cree que la culpa es de "un Gobierno paralizado" por la corrupción y por el auge de Ciudadanos, "su socio conservador", quien, por cierto, sostiene al Ejecutivo socialista de Susana Díaz. ¿Qué piensa hacer el PSOE de Pedro Sánchez? Los cantos de sirena de la moción de censura llegan desde Podemos, IU y los independentistas, pero Sánchez también lo escuchó ayer de la boca de Juana, una militante sevillana que está muy enfadada después de que en el último cobro de la pensión haya "doscientos euros menos después de 44 años cotizados".

Sánchez no quiere ni oír hablar de una moción de censura, pero sí cree que "la izquierda tiene una oportunidad" si logra aglutinar todo el voto en torno al PSOE. "Nos sentimos muy cercanos a vosotros", dijo a los votantes de la confluencia, pero lamentó no poder compartir con los dirigentes de Unidos Podemos su visión territorial de España.

"Intentaremos liderar la alternativa desde la oposición, los gobiernos municipales y regionales", explicó el líder socialista, pese a que reconoció que "el problema" es que "sigan gobernando quienes no creen en el sistema público de pensiones". Él sí cree y, como ha dicho ya, su solución pasa por crear un impuesto a los beneficios de la banca y sumar esfuerzos para proteger el fondo de reserva de las pensiones.

"El PSOE plantea soluciones a los problemas del día a día", defendió el líder socialista antes de irse con mucha prisa a tomar un vuelo, no sin garantizar que tiene previsto volver. "Esta es tu casa y esperamos verte más por aquí", le había dicho antes uno de los asistentes durante el turno de preguntas. Paco, que así se llamaba, cosechó un tímido aplauso.

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