Cara y cruz para los intereses de Teresa Rodríguez en la consulta impulsada por Pablo Iglesias para decidir si, en caso de que haya confluencia de las fuerzas de izquierda, el nombre de la marca electoral deba llevar también el nombre de Podemos. La abrumadora mayoría de los inscritos en el partido, el 92,29%, avalan las conversaciones con IU y otras formaciones para armar un bloque para los comicios que se aproximan. Ahí coinciden con la coordinadora de Podemos Andalucía. Pero el mismo porcentaje difiere de la líder regional del partido morado cuando apuestan por incluir el nombre en las papeletas de la confluencia.

La dirigente andaluza, de la corriente Anticapitalistas, se desmarcó de su secretario general, ya que sabe que su principal aliado en la búsqueda del bloque de izquierdas, Antonio Maíllo, no está por la labor de que la denominación definitiva de la confluencia lleve el nombre de Podemos. Además, la capacidad de decidir sobre el nombre de la marca electoral sería una muestra de la ansiada autonomía que Rodríguez quiere para Podemos Andalucía, tal y como incluía el programa con el que se presentó a la reelección interna, en noviembre de 2016. En este sentido llama la atención la propuesta realizada, con la consulta ya convocada, por el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, quien recordó que, en las localidades donde haya marcas consolidadas, serán las direcciones autonómicas quienes decidan qué hacer con el nombre.

En Andalucía, la consulta contó con una participación de 12.300 personas, de las que 11.211 votaron a favor de la tesis de Pablo Iglesias, por 937 en contra. A nivel estatal, la propuesta del secretario general recibió incluso menos apoyo, al quedarse en el 90,75% en las votaciones que fueron del miércoles al domingo pasado.