Dos agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil abren hoy la fase testifical en el juicio por el denominado "procedimiento específico" de los ERE, en el que deben comparecer 150 personas en los próximos meses. El inicio de las declaraciones de los testigos coincide con la autorización que el tribunal ha otorgado a los 22 ex altos cargos acusados para ausentarse del resto de sesiones hasta que llegue la recta final del macroproceso, con lo que a partir de ahora el banquillo de los acusados estará la mayoría de los días vacío, salvo que algún procesado tenga interés en asistir a alguna de las sesiones.

Los dos agentes de la UCO citados a declarar intervinieron en el atestado remitido al instructor del Tribunal Supremo relacionado con el ex consejero de la Presidencia Gaspar Zarrías y en el que la Guardia Civil insistía en la vinculación de Zarrías con el conseguidor de los ERE, el ex sindicalista Juan Lanzas. Los agentes informaban en ese atestado de una serie de indicios que podrían establecer la intervención de Zarrías en la concesión de determinadas ayudas sociolaborales o directas a empresas, como es el caso de Primayor, Grupo Dhul, Cerámica Syre/Gres de Vilches y EDM/Séneca.

En el atestado, la UCO recuerda las declaraciones de Juan Francisco Trujillo, chófer de Javier Guerrero, ex director general de Trabajo, quien aseguraba que "se decía que Gaspar Zarrías es la persona que había introducido a Juan Lanzas en el mundo sindical y en las relaciones con el partido". A esto se sumarían las afirmaciones de otro de los imputados, el abogado Carlos Leal Bonmati, respecto a que en la casa rosa hubo "varias comidas" a las que asistieron Zarrías, Lanzas, el consejero de Agricultura y varios miembros de la familia Ruiz-Mateos en relación con el ERE de la empresa Primayor de Jaén, la antigua Cárnicas Molina.

De la misma forma, la Guardia Civil reitera el mensaje de texto SMS que el 30 de abril de 2010 recibió Juan Lanzas en su teléfono móvil y en el que le decían literalmente: "No olvides que hoy es el cumpleaños de tu jefe, g. z.". El mensaje fue enviado por Juan Antonio Salado, coordinador del Grupo Dhul para la construcción de la nueva fábrica de la familia Ruiz-Mateos en Jaén, quien aseguró a los agentes que el mensaje podría ser "una broma" y habría empleado la expresión "jefe" al tener conocimiento de que Lanzas "es militante socialista".

En el juicio, Gaspar Zarrías ratificó precisamente su declaración ante el instructor del Tribunal Supremo, donde aseguró que conoció a Lanzas en los años 1994-1995, cuando éste era el representante de la Federación Agroalimentaria de UGT, pero negó que fuera "su mentor ni su jefe", en referencia al mensaje de texto mencionado, que fue hallado en un disco duro del conseguidor de los ERE. Zarrías explicó en el Alto Tribunal que Lanzas actuaba como asesor del comité de empresa de Primayor y reconoció que en junio de 2008 mantuvo una reunión con los representantes de Nueva Rumasa donde se planteó el proyecto y les comentaron que existían "una serie de ayudas para estos casos".

La UCO también investiga en el atestado la participación de Zarrías en la Comisión General de Viceconsejeros, los consejillos previos a las reuniones del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía. La Guardia Civil señala que Zarrías habría presidido ocho sesiones del consejillo en las que se "habrían expuesto acuerdos relacionados con las ayudas y las modificaciones presupuestarias del programa 31L", conocido como el fondo de reptiles. Y también presidió otras cuatro sesiones en las que se habría dado "lectura y aprobación a los acuerdos adoptados en reuniones anteriores de la comisión" a las que Gaspar Zarrías no había asistido.

Este atestado fue solicitado en su día por la juez Mercedes Alaya, que lo incorporó al sumario de la macrocausa de los ERE, y ahora la Fiscalía Anticorrupción ha solicitado la declaración de estos agentes de la UCO para que ratifiquen el resultados de las investigaciones realizadas.

Gaspar Zarrías fue consejero de la Presidencia entre los años 1996 y 2009, con Manuel Chaves como presidente de la Junta de Andalucía. En la declaración que Zarrías prestó en marzo pasado ante este tribunal aseguró que cuando se producía una crisis, los planteamientos que Manuel Chaves hacía en los Consejos de Gobierno eran similares y consistían en que había que "salvar y reflotar la empresa de la crisis, manteniendo los puestos de trabajo directos e indirectos" y tratando sobre todo de salvar el tejido industrial y los empleos.

Zarrías también afirmó que "nunca" despachó con el principal imputado, el ex director general de Trabajo Javier Guerrero, y añadió que no tuvo conocimiento de ningún reparo por parte de la Intervención General de la Junta al pago de las ayudas, ni se le dio traslado de los informes de este órgano de control en el que se alertaba de las numerosas deficiencias en la concesión de las mismas.