Los 90 años de vida que ha cumplido el Juan Sebastián de Elcano dan para mucho. Pero al buque-escuela de la Armada le quedan aún muchas millas náuticas que surcar. Su comandante, el capitán de navío Ignacio Paz García, lo recordaba a bordo al agradecer a los Reyes su presencia y recordar la importante puesta a punto que se ha llevado a cabo durante los últimos cinco meses. "Este antiguo, que no viejo, buque escuela, se mantiene en plenas condiciones y tras las obras recientemente efectuadas estamos listos para afrontar los cruceros de instrucción que se nos han encomendado", afirmó.

Hablar del Elcano -ayer lo recordaron- es hablar de las tradiciones más arraigadas que la Armada lleva a gala. Sus cuatro palos -Blanca, Almasa, Asturias y Nautilus- representan "la lealtad al Rey, el amor a España, el espíritu de equipo y la vocación de servicio", señaló el comandante.

E inevitablemente las viejas tradiciones de la Armada estuvieron muy presentes en un acto en el que se respiró en cubierta lo que el buque-escuela representa para los marinos y el entusiasmo de la dotación al emprender -en plena forma- el 90 crucero de instrucción en apenas unos días. A Felipe VI se le vio ayudar a su padre a bajar de la escala y el Rey emerito conversó amigablemente con algunos oficiales, viejos conocidos a los que se alegró de poder saludar.

No pasó desapercibido tampoco el regalo que la dotación del Elcano hizo a los Reyes: un chifle -el instrumento tradicionalmente utilizado para transmitir órdenes en la mar- realizado "con material del buque-escuela, adornado con una rabiza de la jarcia de labor y presentado en una caja de la madera de la cubierta de toldilla, que ha sido renovada", explicó el capitán de navío Ignacio Paz. "Por si estimáis oportuno chiflar y tocar maniobra general...".