DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

Andalucía

Los cuerpos del crimen de Almonte estaban en habitaciones separadas

  • Los investigadores del caso descartan el robo mientras tratan de averiguar si el padre de la niña conocía o no a sus asesinos

Almonte se encuentra convulsionada por la multitud de rumores que se extienden y contaminan la dirección en la que se está desarrollando la investigación en un luctuoso suceso en el que se han visto sobrepasados las fuerzas y cuerpos de seguridad, que han precisado de la colaboración de un equipo de Criminalista de Madrid para completar las pruebas periciales.

Aun así, varias incógnitas comienzan a resolverse a raíz de las autopsias practicadas a los cadáveres. Una de ellas y quizás la más importante es la confirmación de que no existió filicidio, tesis apuntada por la propia Subdelegación del Gobierno el pasado lunes, puesto que la dirección, profundidad y origen de la diversas puñaladas que recibió el padre descartan 100% un posible suicidio. Ha transcendido también que los cuerpos fueron hallados en sus respectivos dormitorios en el piso de la calle Ballestares, donde residía el padre, lo que abre un abanico de nuevas hipótesis.

Más detalles: el robo es una opción que se descartó desde un primer momento, un hecho que reforzaría el que sendos cuerpos presentasen más de una herida con arma blanca. No ha transcendido si las puertas fueron forzadas, si los cadáveres se trasladaron al dormitorio una vez yacían sin vida o si el crimen fue perpetrado de madrugada.

Cabe recordar al respecto que los cuerpos fueron hallados el lunes sobre las dos y media de la tarde una vez el abuelo materno de la menor se personó en la vivienda alarmado por el hecho de que su nieta no acudiera al colegio y de que su padre se ausentase del trabajo.

Otra de las incógnitas radica en poner en claro si Miguel Ángel Domínguez Espinosa conocía a sus verdugos y el móvil de un crimen cuyas piezas no encajan. Como recuerdan los vecinos, "con la mejor fe del mundo" en los pueblos no es extraño que alguien abra la puerta a todo el que llama al timbre.

El secreto de sumario decretado por el juez de La Palma del Condado y la discreción de los familiares de las víctimas cubre de incógnitas el caso. No obstante, ayer en el sepelio los vecinos de Almonte ponían en duda que alguien pudiera tener un móvil e incluso la más mínima excusa para atentar contra la familia. "Era un hombre sano, le gustaba el deporte, no tenía vicios y no trasnochaba", comentaban a la salida del entierro.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios