El grupo ecologista Agaden acusó ayer al Gobierno de España de actuar con dejadez en torno a la crisis medioambiental abierta tras el accidente y posterior hundimiento del chatarrero New Flame. El portavoz de Agaden, Juan Antonio Carrasco, destacó que España habría incurrido en una clara dejadez de sus funciones al ceder la gestión del buque a Gibraltar seis horas después de producirse el accidente, aún cuando ya se habían desplegado las primeras medidas de control, como publicó Europa Sur en su edición de ayer.

"El Gobierno español estaba obligado a intervenir durante todo el tiempo, en coordinación con Gibraltar o no, puesto que el buque sufrió el accidente en aguas españolas, eso no hay que olvidarlo", apuntó Carrasco.

Para el representante ecologista, toda la gestión de la crisis ha sido un cúmulo de despropósitos. "Comenzando por la gestión de la crisis, en la que se ha demostrado una dejadez de funciones de estado. Tampoco se ha enfrentado la cuestión como hubiera sido deseable. España ha mirado para otro lado y Gibraltar ha hecho negocio con el hundimiento del New Flame. En torno a este buque ya se mueven un cúmulo de ilegalidades y verdades a medias de las que alguien tendrá que dar cuenta", dijo Carrasco.

Desde este grupo recordaron que el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, llegó a asegurar que todo el fuel del chatarrero había sido extraído. "Cosa que salta a la vista que no ha sido así. El fuel ha llegado hasta las playas prácticamente a diario. Seguimos sin saber qué tipo de chatarra contiene", apostilló.

El portavoz de Agaden subrayó que la obligación de España de intervenir en la crisis ya se planteó en la primera denuncia cursada por los colectivos ecologistas en agosto del pasado año ante los juzgados de La Línea de la Concepción. Con posterioridad, Agaden y Verdemar también elevaron sus quejas a la Unión Europea, a la que han solicitado que se depuren todas las responsabilidades, tanto en Gibraltar como en España.