periodismo

El lado no tan oscuro

  • El director de comunicación de Endesa, Alberto Fernández Torres, y la defensora del lector de 'El País' debaten en Sevilla sobre las 'fake news'

Lola Galán, defensora del lector de 'El País', escucha a Alberto Fernández -dcha.-, director de comunicación de Endesa, ayer en la Facultad de Comunicación de Sevilla.

Lola Galán, defensora del lector de 'El País', escucha a Alberto Fernández -dcha.-, director de comunicación de Endesa, ayer en la Facultad de Comunicación de Sevilla. / juan carlos muñoz

Ante un salón de actos plagado de jóvenes aspirantes a periodista, Alberto Fernández Torres se tuvo que esmerar. El director general de comunicación de Endesa tenía ayer que convencer a u puñado de chavales idealistas que los gabinetes de comunicación de compañías como la suya no son tan malos como los pintan. "Cuando un periodista se va a una empresa, se dice que se va a lado oscuro", dijo Fernández Torres, que no tiene muy claro si esa expresión es anterior a Darth Vader y La guerra de las galaxias, o al contrario, pero él se empeñó en desmentirla. "Los gabinetes pueden ser un sitio fantástico", añadió.

Fernández Torres estuvo ayer en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla para participar en una jornada organizada por la Cadena Ser para analizar la labor del periodismo en la era de la posverdad y las fake news. Estuvo acompañado por la defensora del lector del diario El País en un debate conducido por Carlos Serrano Martín, miembro del Grupo de Investigación Influencias de los Géneros Periodísticos y las Tecnologías en la Comunicación Social.

"Lo que hacemos en las empresas no es la segunda división del periodismo. Es otro deporte", afirmó el directivo de Endesa después de reconocer que en su equipo son necesarios trabajadores que sepan manejar las herramientas del periodismo. "Es un deporte muy importante y muy variado", defendió Fernández Torres antes de explicar que su labor está centrada en "ganar reputación para la empresa".

"La reputación del servicio eléctrico es alta, pero la de las compañías no. Y la del sector en su conjunto es alarmante", afirmó el director de comunicación de la eléctrica, quien encontró un diagnóstico a la situación: "No hemos despedido a casi nadie y nadie nos ha tenido que rescatar durante la crisis, pero hemos tenido beneficios multimillonarios y eso a la gente le parece raro. Estamos en un mundo emocional.

Contra eso, la receta de Fernández Torres es apostar por la transparencia, aunque reconoció que no puede ser plena en el caso de su empresa al dedicarse a una actividad regulada. Por ese motivo, el director general de comunicación de Endesa tiene claro que la solución pasa por "ser rigurosos y contar siempre la verdad". Sin embargo, reconoció que encuentra dificultades en la divulgación de ciertas "cosas fantásticas" que hace la empresa por su falta de "sentido comunicativo". "Transparencia, credibilidad y contar cosas ciertas que le interesen a la gente. Y a la gente le interesa los precios eléctricos y la claridad del recibo de la luz", apostilló Fernández Torres.

Su compañera de mesa de debate, Lola Galán, añadió una dificultad a esta labor de divulgación de información veraz que debe ser el leit motiv del periodismo y de la comunicación corporativa: "Los usuarios no son capaces de distinguir lo falso de lo cierto", explicó la defensora del lector de El País. Ella, que fue periodista y reportera antes de dedicarse a atender las quejas de los lectores, recordó que hay varios tipos de noticias falsas. Están las inventadas desde cero y las que surgen después de manipular datos reales. Pero el problema radica en que hay noticias que los lectores dan por falsas porque no están de acuerdo con ellas, aseguró Galán.

Sin embargo, las fake news no son un fenómeno actual. La defensora del lector de El País recordó a los estudiantes de periodismo allí presentes que la Guerra de Cuba se desencadenó después de la explosión de un acorazado estadounidense en el puerto español de La Habana. "Fueron los diarios del magnate William Randolph Hearst quienes culparon a España para que EEUU entrase en la guerra", afirmó Galán para defender que eso de las fake news es, como mínimo, del siglo XIX. ¿Por qué tienen ahora tanta relevancia? "Gracias a internet se crean noticias falsas de forma anónima y se propagan rápidamente", defendió la periodista antes de revelar que la pérdida del "monopolio de la información" por parte de los medios ha acabado con figuras como la suya en el "mejor periódico del mundo", The New York Times, y, según Galán, el organismo que los sustituye funciona peor.

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