consumo ilegal

La luz más oscura

  • El fraude eléctrico en Granada supone el consumo de un mes en la capital

  • El aumento de plantaciones de marihuana eleva la cifra de enganches

Agentes de la Policía Nacional escoltan en Granada a trabajadores de Endesa en un registro contra enganches ilegales.

Agentes de la Policía Nacional escoltan en Granada a trabajadores de Endesa en un registro contra enganches ilegales. / miguel ángel molina / efe

Endesa contabilizó el año pasado en la provincia de Granada más de 39 millones de kilovatios/hora defraudados en los 3.248 expedientes que abrió por fraude, lo que equivale a la energía consumida durante todo un mes en la capital granadina. Así consta en la información facilitada por la compañía eléctrica con un balance de 2017, año en que se desarrollaron un total de 276 intervenciones conjuntas con la Guardia Civil en relación con plantaciones de marihuana con enganches ilegales y 95 actuaciones en zonas conflictivas o barrios con riesgo de exclusión social, en los que se procedió al corte de suministro en 2.232 casos por un fraude que ascendió hasta los 10,7 gigavatios/hora. La energía defraudada en este sentido equivale al consumo de la ciudad de Granada durante un día y medio.

Desde Endesa resaltan, en este sentido, "la importancia de la colaboración" con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ya que "el fraude no es solo un delito, sino que sobre todo supone un peligro" para las personas que viven en los entornos donde se defrauda, pues, en los últimos años, en el ámbito nacional "se han registrado numerosos casos de incendios en instalaciones y viviendas" como consecuencia de las "manipulaciones" de las instalaciones para el consumo ilegal de luz.

El fraude no es sólo un delito, conlleva también un peligro por el riesgo de incendio de la vivienda

Endesa ha reforzado en los últimos años los medios para combatir el fraude eléctrico con un aumento de la presencia en zonas en las que, en la provincia de Granada, han aumentado progresivamente las plantaciones de marihuana en viviendas o inmuebles habilitados para ello.

Gracias a este trabajo, el año pasado disminuyeron las cifras asociadas al fraude eléctrico, pues en 2016 se abrieron 4.393 expedientes por fraude -52 millones de kilovatios/hora de energía defraudada-. En 2015 hubo, sin embargo, 1.606 expedientes y 19 millones de kilovatios/hora defraudados.

En cuanto a las operaciones con la Guardia Civil contra la marihuana, aumentan progresivamente en los últimos años, habiéndose contabilizado en 2016 un total de 105 registros y en 2015 un total de 71. Para reducirlos, la empresa de suministro de electricidad ha incorporado más inspectores y se hace también "un uso intensivo de las nuevas tecnologías y de herramientas de análisis masivo de datos" mediante el denominado Big Data, con el fin de que "la detección del fraude sea cada vez más efectiva".

Por ejemplo, se realizan comparativas entre la energía registrada en los centros de transformación y los suministros alimentados desde dichos centros, identificando "desviaciones causadas por manipulaciones en contadores, instalaciones o enganches directos", lo cual permite "una identificación temprana de los fraudes".

Las nuevas herramientas que se han desarrollado en los últimos años logran, además, "inspeccionar instalaciones enterradas en el suelo o empotradas en las paredes, no accesibles a simple vista para detectar, entre otras manipulaciones, si existen dobles acometidas".

El Big Data permite también "agrupar los datos históricos de consumo y contrato de las instalaciones, sobre los que se aplican algoritmos de cálculo para la identificación de posibles fraudes". A partir de esos datos, el personal de Endesa realiza las pertinentes inspecciones in situ para comprobar si la instalación ha sido efectivamente manipulada. Además, este instrumento tiene la ventaja de que los algoritmos aplicados llevan implícito "un proceso de aprendizaje que, como resultado de sucesivas ejecuciones, va mejorando los resultados".

Existen, principalmente, tres tipos de fraude: dobles acometidas, manipulaciones en contadores y enganches directos. En los dos primeros, existe un contrato con una empresa comercializadora y, en el último caso, son fraudes en los que no hay una contratación previa, siendo muy habituales en muchas plantaciones ilegales de marihuana que saturan la red con su elevado consumo.

Si un piso puede cubrir sus necesidades eléctricas con una potencia que puede oscilar entre los tres y los cinco kilovatios, una vivienda convertida en plantación ilegal de marihuana necesita entre 80 y 100 kilovatios. Así, una casa en la que se cultiva marihuana consume como 20. Ante la sospecha de usuarios de que en la vecindad pueda haber un caso así, Endesa ha puesto a disposición de todos los usuarios, un teléfono gratuito (800760220) y un correo electrónico (anomalias@endesa.es) para que, "de manera anónima, puedan denunciar las anomalías y fraudes detectados".

La empresa detectó en 2017 casi 67.900 fraudes eléctricos en las zonas en las que opera como compañía distribuidora. No obstante, mantiene que "la cifra supone un descenso significativo respecto a los 110.000 casos, lo que demuestra que las campañas de intensificación de la lucha contra el fraude, las nuevas tecnologías utilizadas y la concienciación de los ciudadanos sobre los peligros y perjuicios que supone esta práctica ilegal están dando sus frutos".

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