Los análisis toxicológicos realizados a las dos botellas de zumo de noni encontradas en el domicilio del hombre que falleció el pasado 30 de enero en Ogíjares (Granada) después de ingerir el jugo, ya han dado resultado. Las muestras del producto remitidas al Instituto Nacional de Toxicología estaban "contaminadas de cocaína", sustancia que también se encontró en el cuerpo del fallecido. También se han encontrado restos de la droga en los envases del producto analizado.

La consejera de Salud de la Junta, María Jesús Montero, confirmó ayer que "estas botellas tenían altas concentraciones de cocaína" aunque admitió que por el momento "se desconoce" cómo llegó la droga a los envases. Montero instó a la población a que no consuma productos hechos a base de noni -un fruto de Tahití- y que notifiquen a las distintas delegaciones de Salud si tienen conocimiento de la comercialización del producto. La titular de Salud reiteró que no se debe comprar ningún producto que no esté bien etiquetado en español.

Según Montero, el hallazgo de "altas concentraciones de cocaína" se ha puesto ya en conocimiento del juzgado que instruye la causa, toda vez que aclaró que al encontrarse dichos restos "ya no podemos hablar de una alerta de seguridad alimentaria", que se mantenía desde el día del fallecimiento del hombre de Ogíjares. Sobre si se han detectado más casos, Montero precisó que las diligencias judiciales están en curso y que continuarán todas las investigaciones para determinar "las circunstancias que rodean a este desgraciado fallecimiento" y recordó que tras tener constancia de la muerte de un vecino de Ogíjares el pasado 30 de enero, la Consejería de Salud puso en marcha todo su plan de vigilancia epidemiológica y se decretó una alerta de seguridad alimentaria.

En el caso también se vio afectada otra persona, una mujer, que ingirió muy poca cantidad de zumo y que tuvo menos efectos.

El producto se comercializa en botellas de cristal de un litro en las que figura la leyenda Jugo de Noni Tahitian Noni.