El cuerpo central del MOSS de Morón no es demasiado alto, comparado con los tamaños habituales de los observatorios astronómicos. La razón es que no precisa otear galaxias lejanas. Sin embargo, sólo su ojo cuesta un auténtico ojo de la cara. Para ser exactos la impresionante suma de 4.061.112 eurazos.

Se trata del último grito en telescopios astrológicos, un Ritchy-Cretien de 56 centímetros de diámetro de lente, con una focal mínima de 2.3, emplazado sobre una ligera montura Nike-Ajax, con azimut de elevación. Básicamente, lo que encarece este dispositivo es su capacidad para eliminar la denominada aberración comática o coma. Este inconveniente puede presentarse en los telescopios, debido a mínimas imperfecciones en las lentes o en diversas zonas de su estructra y genera lo que se denomina "presentaciónes fuera de eje de ciertas fuentes puntuales". Es decir, sobreviene cierta distorsión al apreciar la forma de los astros, consisente en un ligero barrido inferior de su aspecto. Esta distorsión recuerda a una "coma" ortográfica y de ahí su denominación.

Curiosamente, Morón apenas servía como simple apoyo, al principal observatorio de la USAF en Europa, que radicaba en San Vito dei Normani, en Apulia, Italia. En 1997, la Fuerza Aérea norteamericana decidió trasladar todo el conjunto a la base sevillana, dadas sus inmejorables condiciones geográficas y de enlace aéreo. Sin embargo, no sería hasta 2004, cuando se acometió una renovación masiva de los sistemas electrónicos y de comunicaciones del MOSS. Finalmente, el Congreso estadounidense aprobaría un presupuesto de cinco millones de doláresm para sustituir al antiguo telescopio Baker-Nunn, por el actual sistema optrónico de visión.

Debido a la automatización del proceso y a su red de interconexión a tiempo real, el Sistema de Vigilancia Aérea y Espacial de Morón no precisa un gran equipo de operadores. Normalmente los turnos de vigilancia suelen estar integrados por dos miembros del 4º Destacamento, uno de los cuales es técnico electrónico y el otro en comunicaciones. Estos binomios rotan a cada tanto para mantener una guardia permante en su centro de control.