Crisis en Cataluña

El 'proces' comenzó con las andaluzas

  • El ex consejero Andreu Mas-Colell señala las últimas elecciones de Griñán como el momento en que Mariano Rajoy y el PP comenzaron a apretar a las autonomías

Griñán habla con Chaves

Griñán habla con Chaves / EFE

Hubo un tiempo no tan lejano en que el PP y la extinta Convergencia i Unió se llevaban bien, el Gobierno de Artur Mas colaboraba con el ministro Montoro y los populares aprobaban los presupuestos autonómicos. El ex consejero de Economía Andreu Mas-Colell sitúa el punto de inflexión entre Mas y Rajoy en las elecciones andaluzas de marzo de 2012, aquellas que Javier Arenas ganó en número de votos, aunque José Antonio Griñán pudo seguir gobernando gracias a un acuerdo con IU. Según relata en un libro de reciente aparición ('Turbulencias y tribulaciones, los años del recorte'), a partir de entonces el Gobierno central optó por "castigar" a las comunidades y culpabilizarlas de los excesos del gasto y de la crisis de las cajas de ahorros.

Andreu Mas-Colell no es un ex consejero más, era el cerebro económico de los últimos gobierno de Artur Mas, un reputado catedrático que a punto ha estado alguna vez de lograr el Nobel de Economía. 'Turbulencias y tribulaciones' son unas memorias, escritas con dos de sus colaboradores, sobre los años en que España se sometió a un adelgazamiento del gasto público a causa de la crisis económica. Comenzó ya en los últimos meses del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y prosiguió con Rajoy. Según Mas-Colell, el 'Govern' era consciente de los problemas del déficit en todo el país, y él mismo conversó con el ministro Montoro en varias ocasiones, sabía qué iban a hacer en Cataluña y qué reformas debían acometer en España. Fruto de estas buenas relaciones, CiU apoyó la Ley de Estabilidad Presupuestaria en el Congreso y el PP dio su apoyo al primer Presupuesto de Artur Mas. Sin embargo, en marzo de 2012, en unas elecciones que Griñán decidió no hacerlas coincidir con las generales, el PP andaluz no consiguió la mayoría absoluta deseada, la Junta se le esfumó de las manos y eso a pesar de que Rajoy retrasó algunas medidas para no perjudicar a Javier Arenas.

Fue entonces cuando, según Mas-Colell, se comenzó a culpar a las comunidades del exceso del gastos y se hizo un reparto "injusto" del déficit entre autonomías y Estado. Sea por la intencionalidad que el ex consejero adjudica al PP o porque, en efecto, Rajoy retrasó algunas medidas por las elecciones andaluzas, es cierto que fue entonces cuando comenzó una culpabilización que a punto estuvo de alcanzar la criminilización, un señalamiento al que también ayudó la Comisión Europea. Fue el propio ex presidente Griñán quien empujó a Rajoy a convocar la Conferencia de Presidentes en la se hizo una primera rectificación de un discurso inculpatorio para las comunidades, que son las instituciones sobre las que pesa el gasto del Estado del bienestar.

Mas-Colell justifica que la reacción de Artur Mas en 2012 fuera la de solicitar un pacto fiscal para Cataluña, una financiación especial para esta comunidad en función de su riqueza relativa respecto a las otras. Mas y su Gobierno habían sufrido la reacción contra los recortes en junio de 2011, cuando los indignados cercaron el Parlamento y los consejeros tuvieron que entrar en helicóptero en el parque de la Ciudadela. El ex consejero se lamenta de que Rajoy no accediera a ello. Como consecuencia de la asfixia financiera de las comunidades en los mercados, el Gobierno central ideó el Fondo de Liquidez Autonómica. Que según Mas-Colell fue un modo de atar a las comunidades.

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