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Almería

"Lo siento, te quiero, he sido yo"

  • Ana Julia Quezada, detenida en la Calle Horacio de Vícar transportando el cuerpo sin vida del pequeño.

  • Los agentes, entre lágrimas al descubrir el terrible desenlace de la historia.

Momento de la detención de la pareja del padre de Gabriel

"No he sido yo". Esas fueron las palabras de Ana Julia Quezada en un intento por negar su relación con el crimen de Gabriel Cruz Ramírez, en el momento en el que agentes de la Policía y Guardia Civil abrían el maletero del coche que conducía, y descubrían, tras levantar una manta, que allí se encontraba el cuerpo sin vida del pequeño. "Confirmado. Está aquí", decía uno de ellos.

Esta escena se vivía ayer sobre la 13:00 horas de la tarde en la Calle Horacio de Puebla de Vícar, vía paralela de la calle en el que se encontraba la vivienda que compartía la pareja.

La primera reacción de la detenida fue defenderse, diciendo, tal y como han declarado testigos de los hechos, que alguien la había engañado y había colocado allí el cuerpo sin que ella lo supiese, porque venía de la playa. Entonces, no era consciente de que había sido fotografiada poco antes sacando el cuerpo de un pozo, y que la habían seguido desde el municipio de Níjar.

Los agentes decidieron intervenir cuando Ana Julia estaba cerca de la puerta del garaje. En ese momento, vestidos de paisanos, rodearon el vehículo que ella conducía, obligándola a bajar del coche y a que abriese el maletero. La primera imagen al abrirlo fue el de una manta. Uno de ellos la levantó descubriendo al pequeño Gabriel, lleno de barro.

Ante una escena tan desoladora, los agentes se fundieron en un abrazo, echándose algunos de ellos a llorar por tan terrible desenlace. Uno de los policías, con mucha rabia, golpeó el cristal del coche con fuerza.

Vecinos en la Calle Horacio de Vícar, donde fue detenida Ana Julia. Vecinos en la Calle Horacio de Vícar, donde fue detenida Ana Julia.

Vecinos en la Calle Horacio de Vícar, donde fue detenida Ana Julia. / rafael gonzález

Según afirman testigos presenciales, tras negar su implicación, al fin Ana Julia Quezada dijo: "Lo siento, te quiero, he sido yo". Entonces fue detenida y esposada encima del capó, ante la mirada atenta de varios vecinos que observaban esta intensa y triste escena desde sus ventanas. Minutos después, los agentes se la llevaron, junto con el coche en el que transportaba el cadáver del pequeño.

Muchos vecinos de Puebla de Vícar acudieron a esta vía, conocida por estar ubicada a pocos metros del rodaje de 'Mar de Plástico', muy consternados por todo lo que había sucedido algunos minutos antes. Varios de ellos se encontraron directamente con esta escena en el momento de los hechos, cuando las fuerzas de seguridad bloqueaban todas las entradas y salidas.

El garaje al que se dirigía Ana Julia. El garaje al que se dirigía Ana Julia.

El garaje al que se dirigía Ana Julia. / rafael gonzález

"El coche que iba detrás de ella tenía el cristal roto. Los agentes iban todos de paisanos con chalecos, y se han abrazado, algunos se han puesto a llorar. Hemos pasado un rato que se nos salía el corazón. No nos han dejado bajarnos del coche hasta el último momento, ha sido tremendo" declaraba una mujer que casualmente pasaba por esta calle cuando sucedió todo. Según otro testigo y conocido del padre del menor, Ángel Cruz, "al niño nunca lo hemos visto por aquí, él lo recogía algunos fines de semana pero no lo traía".

El alcalde de Vícar, Antonio Bonilla, declaraba que se encuentra "afectado, quiero trasladar las condolencias y mi profundo dolor a la familia del pequeño Gabriel. He convocado de urgencia la junta de portavoces y en ella hemos decidido convocar Pleno extraordinario Urgente en solidaridad con la familia". Por último, el regidor vicario quiso felicitar "el buen hacer de las fuerzas del estado y en especial de la Guardia Civil".

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