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Los sabores tradicionales de Sevilla que inundan la Semana Santa

  • Gastronomía. En la Muestra del Dulce de Cuaresma que organiza la Diputación se adelantan los postres típicos que hasta el Domingo de Pascua se degustan en cada localidad

Torrijas, pestiños, roscos, hojaldres, tortas de aceite, mantecados, mermeladas, son algunos de los dulces que conforman la amplía gastronomía de la provincia sevillana. Cada año, la Diputación de Sevilla organiza la Muestra del Dulce de Cuaresma de la Provincia donde se remarcan las tradiciones sevillanas y que adelanta los postres que se comerán hasta el Domingo de Resurrección.

La materia prima de estos alimentos es la base de su éxito y, la mayoría también proceden de la provincia. La harina de trigo, el saludable aceite de oliva, la manteca de cerdo, los mostos y vinos, los huevos, la miel de las flores o el azúcar son algunos de los productos que derivan la producción de este tipo de repostería. Además de especias como la canela, la matalahúva o anís, el ajonjolí o sésamo, el clavo, la vainilla.

'Sevilla de Dulce. En ruta por la repostería de la Provincia', es la guía de ProdeturEn Estepa, además de magdalenas y pestiños elaboran 'ochíos' para estos días

Las frutas o los frutos también son una parte esencial en muchos dulces sevillanos, desde formar parte de su receta hasta adornarlos una vez estén listos. La almendra es el más empleado de los frutos secos, seguida de castañas, piñones, nueces, avellanas y otros.

De las frutas, el limón y la naranja se usan de manera recurrente, así como el membrillo, para multitud de elaboraciones y confituras. Al igual que algunos frutos del bosque, que, al lado de las frutas, son materia prima de mermeladas. A partir de la calabaza se obtiene el cabello de ángel.

En la Sierra Norte, un atractivo escenario natural y cultural que da sustancia a una suculenta gastronomía en la que los dulces y la repostería brillan con luz propia.

La miel, el cerdo ibérico, el aceite de oliva, los licores, castañas, nueces y frutos diversos, semillas, especias aromáticas y otros ingredientes se elaboran según la tradición casera o el buen hacer de confiterías y conventos.

En esta zona hay para deleitarse pestiños, gañotes, buñuelos, rosas, sopaipas, roscos y rosquillas, tortas de castañas y de chicharrones, perrunillas y mantecados, melojas, confituras y mermeladas, magdalenas, bizcochos y un variado catálogo de bollería y pasteles.

La Vía de la Plata tiene una excelente miel que se recolecta en abundancia por la comarca como ingrediente esencial de muchas de sus recetas, en unión del apreciado cerdo ibérico, finos aceites de oliva, harinas y otros ingredientes, se confeccionan rosas, rosquillos, pestiños, gañotes, piñonates y torrijas caseras, mientras en las confiterías se elaboran de manera artesana bizcochos, hojaldres, perrunillas, pastas, tartas, originales bombones y una surtida pastelería.

Los municipios del Aljarafe suman en total dos docenas, como una buena bandeja de dulces. Al lado de sus célebres tortas de aceite, el repertorio local comprende un sinfín de especialidades caseras, un rosario de delicias de conventuales y un recetario de obrador artesano que integra antiguas fórmulas y propuestas novedosas, toda una invitación de placer garantizado.

En la comarca de La Vega mandan los dulces tradicionales, como pestiños y torrijas, junto con especialidades locales y una repostería artesana muy digna de consideración. La capital sevillana, por su parte, es una encrucijada de recetas propias y ajenas, con innumerables fórmulas caseras, una excepcional oferta de confitería y unos dulces conventuales que maravillan a cualquiera. En los municipios del tramo más bajo del río las dulcerías más usuales se unen a originales variantes y una pastelería muy notable por su imaginativa variedad.

Además de mantecados, alfajores, roscos de vino y otras elaboraciones navideñas, en esta comarca tienes para endulzar tu paladar los tradicionales ochíos, las hojuelas, torrijas, pestiños, hornazos, roscos, tortas de aceite y magdalenas caseras, junto a una exquisita pastelería confitera y conventual que incluye desde barquillos, hojaldradas,milhojas, bizcochos, brazos de gitano y frutitas de almendra, a piononos, tocinos de cielo y las genuinas pastafloras de Morón, deliciosas especialidades que te dejan todo el sabor de la Sierra Sur.

Por los olivares y sierras del extremo oriental de la provincia se distribuye un puñado de municipios de ambiente apacible y rincones evocadores como los parajes a orillas del río Genil a lo largo de la ruta del legendario José María el Tempranillo. Muchas de las localidades comparten con la vecina Estepa la tradición de los mantecados y dulces navideños afines, coincidiendo también en la elaboración de especialidades tradicionales como las magdalenas y pestiños, ochíos para Semana Santa.

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