-¿Cómo definiría brevemente a su localidad?

-Es un pueblo pequeño (3.300 habitantes) y relativamente joven, porque, aunque tenemos más de 230 años de antigüedad, nos segregamos de La Luisiana en 1986. Y es un municipio joven y dinámico gracias al empuje de sus empresas.

-¿Cuál ha sido el mayor cambio sufrido en los últimos años?

-Se ha cambiado toda la infraestructura básica y se han consolidado los servicios públicos, deportivos, de saneamiento, de agua potable... Y ha sido gracias a la expansión urbanística. La propia fisonomía urbana ha cambiado totalmente. Después de la crisis se ha mantenido el mismo nivel que teníamos, aunque este año no se ha notado la bajada de precios como en el resto de municipios de la comarca.

-¿Cómo se está adaptando el municipio a las nuevas tecnologías de la información?

-Hemos enlazado informáticamente las distintas sedes (hogar del pensionista, casa de la cultura...) con el ayuntamiento. Eso ha significado la utilización de las nuevas tecnologías y, además, un ahorro de costes. Asimismo, ofrecemos internet a los vecinos a precios muy asequibles y, a las personas que tienen hijos a partir de 5º de Primaria, también les cuesta más barato. Por otro lado, tenemos proyectos en polígonos industriales para aumentar la capacidad de ADSL de las empresas con red inalámbrica. Y desde Guadalinfo se ofrecen servicios importantes a una población que, de alguna manera, está aislada, como son los trámites con el Servicio Andaluz de Empleo y la Seguridad Social y la expedición del certificado digital. Por último, tenemos una extensión del CADE para asesorar a emprendedores.

-¿Cuál es el motor económico y social de su pueblo?

-Es la cooperativa Coenca, que se dedica a la fabricación de envases de madera para la fruta. Un 25% de los hogares de nuestro pueblo tiene un trabajo fijo durante todo el año allí. Además, contamos con Artesanos Méndez, que es una pastelería industrial, e Inaza, que se dedica a la fabricación de asientos de autobuses.

-¿Cuál es el reto de Cañada Rosal a corto y medio plazo?

-A corto plazo, culminar proyectos de turismo rural, crear aparcamientos en fincas municipales, construir instalaciones deportivas, etc. A medio, la consolidación de todo el tejido industrial y empresarial. Tenemos en marcha un nuevo polígono industrial que albergará a unas 30 empresas y estamos tratando de potenciar el turismo a través del Centro de Interpretación de Nuevas Poblaciones, ubicado en la finca La Suerte. Por otra parte, estamos rehabilitando la iglesia de Santa Ana a través de un taller de empleo y estará terminada para las fiestas patronales.

-Hay que venir a su localidad por...

-Por nuestra historia, porque, a pesar de ser un pueblo joven, nuestra historia es muy curiosa gracias al proyecto repoblador de Pablo de Olavide, que hace que todavía perdure ese rastro centroeuropeo. Es un tema que gusta mucho a los visitantes. La gente de los pueblos de alrededor nos dice que este carácter emprendedor y dinámico que tenemos viene de la época de los colonos. Igual que el uso que hacemos en Cañada de la bicicleta, la cual usamos para ir a todos sitios.