Arte

Cómo enriquecer digitalmente la visita a un museo

Javier Celaya

Socio fundador del portal cultural Dosdoce.com

Aunque a lo largo de los últimos años los museos están disfrutando de niveles récord de visitas (Museo del Prado, 3 millones de visitas anuales; Museo Guggenheim, 1 millón de visitas en 2012; Museo Picasso de Málaga con cerca de 400.000 visitas, etc.), uno de los retos más importantes que tendrán que asumir estas entidades es la incorporación en sus instalaciones físicas de una amplia gama de tecnologías para enriquecer la experiencia visual de estas visitas y atender mejor las necesidades de los clientes del siglo XXI. 

 

Si más o menos todos admitimos ya que Internet ha cambiado radicalmente la manera en que las personas buscan y encuentran todo tipo de contenidos culturales y de ocio, ¿de verdad se piensa que los museos y centros culturales pueden ofrecer la misma experiencia de ver una exposición o colección en el siglo XXI sin asumir ninguna transformación? 

Es preciso conocer a tus visitantes para ofrecerles una visita personalizada. Los museos y centros culturales están "ciegos" en la sociedad digital al desconocer el perfil y las afinidades culturales de la mayoría de quienes visitan sus instalaciones. No saben si son coleccionistas, estudiantes de Bellas Artes o personas que por primera vez visitan un museo. 

 

¿Cómo un museo va a recomendarme una exposición o contemplar un determinado cuadro si desconoce el grado de satisfacción de mi anterior visita o mis gustos culturales? El verdadero valor añadido que aporta Internet es el conocimiento directo de tu cliente y su comportamiento en el proceso de descubrimiento y consumo de cualquier contenido cultural. Los nuevos sistemas de recomendación de contenidos culturales basados en la satisfacción real de anteriores visitas permitirán a los gestores culturales recomendar visitas de forma muy personalizada ya que conocerán las afinidades reales de sus clientes, así como el grado de satisfacción de las mismas. Estos datos sobre el comportamiento y grado de satisfacción reales de los visitantes, que en el mundo analógico eran imposibles de obtener, se convertirán en el principal activo y ventaja competitiva de los museos en la nueva era digital.

 

Algo imprscindible es añadir pantallas táctiles para adentrarse en las obras. Los museos no deberían tardar mucho más tiempo en colgar cuadros con tecnología táctil en sus paredes. Las pantallas táctiles -que ya se usan en muchos dispositivos inteligentes como las tabletas- permiten tocar los contenidos de una obra. Decir "tocar" significa interactuar o adentrarse en lo que estamos descubriendo. Su incorporación en los museos permitiría a los visitantes ver video-entrevistas de sus creadores preferidos, buscar obras, bucear en detalles, ver imágenes o textos relacionados, escanear en la pantalla códigos QR para obtener más información de una determinada obra o para comprar la versión digital del catálogo de la exposición, etc. 

 

En definitiva, la irrupción en el sector cultural de las tecnologías de tercera generación tales como el reconocimiento facial, sensores inteligentes, sistemas de recomendación basados en satisfacción real, entre otras novedades, ofrece a los museos un impresionante abanico de oportunidades para enriquecer la experiencia de visitar una exposición. Si la mayoría de los gestores culturales admite a título personal que Internet ha cambiado radicalmente la manera en que la sociedad accede a la información y se comunica y se relaciona entre sí, ¿de verdad pensáis que las visitas a los museos deben permanecer inmunes a la transformación que está teniendo lugar en la sociedad? En mi opinión, creo que la mutación va a ser mucho más radical de lo que sospechamos. 

 

Ya no basta con ofrecer una diversa gama de exposiciones, hay que brindarles una nueva experiencia única con el apoyo del dispositivo móvil del usuario. En la era digital, el descubrimiento y visualización de una exposición dejará de ser una actividad solitaria y analógica para convertirse en un proceso compartido con la tecnología. A los nativos digitales hay que ofrecerles una experiencia online, complementaria a su visita física, con el fin de estimular sus sentidos digitales. 

 

Si los museos no aceptan el reto de llevar a cabo una renovación profunda de los procesos de descubrimiento y visualización de sus colecciones y exposiciones difícilmente serán una opción cultural relevante para los visitantes de los museos del siglo XXI. 

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