EL gran poder de convocatoria a favor de la misión que el párroco sevillano Juan Fernández Salvador -más conocido por Padre Jota- desarrolla en Hualmay, a 150 kilómetros de Lima (Perú), se ha vuelto a poner de manifiesto en las más de 800 personas que han acudido a la gala benéfica celebrada en el Hotel NH Central Convenciones.

El carismático misionero lleva desde 2008 entregado a cubrir las necesidades de la población desfavorecida de este distrito urbano marginal, que cuenta con 30.000 habitantes.

Una veintena de voluntarios, que cada verano viajan a Hualmay -una estancia que, según el padre Jota, "les cambia la vida, la mente y el espíritu"-, organiza anualmente esta fiesta benéfica para recaudar fondos. Los beneficios de esta sexta edición irán destinados a equipar el Centro de Rehabilitación para Personas con Discapacidad, recientemente construido al que asisten 50 niños.

En la Parroquia La Sagrada Familia de la Diócesis de Huacho en Hualmay que dirige el Padre Jota, trabajan 150 personas, la mayoría docentes. Cuenta, además del centro para niños con discapacidad, con un colegio de educación inicial y otro de primaria y secundaria, llamado el Liceo Español, y con un centro de oficios con 500 alumnos, donde se enseñan a jóvenes de la localidad trabajos de carpintería, peluquería o corte y confección, entre otros.

Su comedor social ofrece alimentos a diario a 500 niños y a 100 ancianos en pobreza extrema. Además, cuenta desde 2008 con un dispensario de medicina alternativa, una iniciativa de Francisco de Asís Moya, presidente de la Escuela Hispanoamericana de Homeopatía Samuel Hahnemann,

En el evento colaboraron empresas de catering y alimentación, la Escuela de Hostelería Gambrinus, el mago Andrés Felices y los cantantes José Manuel Soto, Rocío Soto, Los Alpresa, Las Seventies y Siempre Así, que pusieron desinteresadamente la nota musical a esta fiesta solidaria.