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Andalucía

La madre cree que los niños están vivos y los tienen recluidos

  • Varios familiares directos acuden al domicilio de los abuelos en La Viñuela y aseguran que lo están pasando "muy mal".

Tras seis días de angustiosa e infructuosa búsqueda, la madre de los niños desaparecidos, Ruth Ortiz, mantiene la esperanza de que sus hijos, Ruth y José, de seis y dos, permanezcan vivos.  La progenitora volvió a lanzar ayer un mensaje de optimismo moderado  al insistir en que su familia apoya la teoría de que los pequeños están bien y que alguien los tiene "recluidos" en algún lugar. Según confirmó a través de su mejor amiga, que hace las veces de portavoz desde la desaparición de los menores, Esther Chaves, Ruth Ortiz confía en encontrarlos "con vida, sanos y salvos".

Sus sospechas, según Chaves, apuntan a un posible rapto, aunque sin citar a ningún sospechoso. "Tenemos la intuición o queremos tenerla de que están retenidos y con alguien en algún sitio, y queremos que esa o esas personas nos los devuelvan", reiteró la portavoz. A pesar del optimismo, el paso de los días está haciendo mella en esta familia y sobre todo en la madre, quien según Esther, se encuentra "destrozada al no saber nada de sus hijos desde el pasado viernes".

La familia materna de los pequeños pidió respeto a la labor que está desarrollando la Policía para encontrar a los niños e insistió en que no se señale con el dedo a ningún culpable hasta que no lo demuestre la Policía Nacional, debido a las informaciones publicadas por diversos medios que apuntan como principal sospechoso al padre, José Breton. "El fue la última persona que los vio, puede ser lógico que sea sospechoso, pero por el momento no hay nadie detenido o acusado y hay que respetar su presunción de inocencia", recalcó la portavoz de la madre.

Los días transcurridos desde la desaparición también están siendo complicados para la familia del padre de los chicos, que ha elegido refugiarse en su vivienda situada en la calle Don Carlos Romero, en pleno barrio de La Viñuela. Hasta allí se dirigieron ayer varios parientes directos de José Breton para hacer compañía en estos duros momentos, debido a la desaparición de los menores y a la presión que están viviendo por parte de los medios de comunicación, que permanecen apostados en la puerta del domicilio durante casi las 24 horas del día. La hermana del abuelo de los niños, María Breton, confirmó ayer mismo que su familia lo estaba "pasando mal" mientras los reporteros se agolpaban a su alrededor impidiéndole el acceso a la vivienda. "Estamos muy mal; imagínate como se puede estar en un caso así", detalló.

Este domicilio familiar fue el pasado miércoles el último foco de la investigación policial. Ocho agentes de la Policía Judicial realizaron durante más de una hora y media un registro domiciliario centrado en encontrar alguna pista que les condujera hasta el sitio en el que se encuentran los menores, ya que éste fue el último lugar en el que se les vio antes de desaparecer el pasado sábado en el Parque Cruz Conde. Ayer, en cambio, los equipos encargados de caso no realizaron ningún movimiento en las viviendas del progenitor para conseguir algún avance, al menos visible ya que todos los pasos se están dando de una forma muy reservada y con absoluto mutismo. Lo que está claro es que hasta el momento la Policía ha mantenido sus indagaciones alrededor del progenitor de los niños y de lo que hizo en las horas previas y posteriores a ese momento.

Ayer fue el primer día, no obstante, en el que un representante del Gobierno hizo una valoración acerca del desarrollo del caso de los niños desaparecidos en Córdoba. El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, lanzó un mensaje positivo al afirmar públicamente que le "consta" que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "tienen varias líneas de investigación abiertas" respecto de la desaparición el pasado sábado de Ruth y José.  En este sentido, señaló que algunas de estas líneas de trabajo están más avanzadas y otras menos.  "Esperemos que encuentren pronto pistas y sepamos realmente lo que ha ocurrido", dijo Caamaño, para añadir que si por algo se caracterizan las fuerzas de seguridad es por su "capacidad" para trabajar en este tipo de casos.   "No interfiramos y dejemos que hagan su labor; lo importante aquí es saber qué ha pasado y en su caso que se aplique la Ley hasta sus últimas consecuencias", reiteró.

El delegado del Gobierno en Andalucía,  Luis García Garrido, dejó claro por su parte el pasado miércoles que todavía hay esperanzas de que los niños estén bien, por lo que pidió "discreción" para beneficiar las investigaciones policiales. García Garrido puntualizó que las autoridades no descartan "ninguna posibilidad", y mantienen abiertas todas las líneas de investigación.  No obstante, evitó confirmar ningún dato y, de hecho, apostilló que es necesario guardar "discreción" en estos momentos, porque "la que tiene que hacer su trabajo es la Policía y a veces es inoportuno el traslado de información no contrastada", remarcó el delegado del Gobierno. En cuanto a los medios con que se cuenta, afirmó que los efectivos policiales se aumentarán a medida que sean necesarios, según el desarrollo de la investigación.

Estas palabras  de García Garrido han sido "reconfortantes" para los familiares de Ruth y José, sobre todo después de que algunas informaciones publicadas en los últimos días no fueran tan optimistas y "pintasen el asunto muy negro". Ahora todo apunta a que el caso puede estar tomando otro rumbo y la hipótesis de que los niños están vivos está sonando con más fuerza.

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