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Andalucía

El negocio de los bingos cae un 51% por la crisis y destruye 1.350 puestos de trabajo

  • Otro factor es el envejecimiento de los clientes, ya que las generaciones más jóvenes prefieren las apuestas en internet.

El volumen de negocio en los bingos de Andalucía entre 2007 y 2011 se ha reducido a la mitad al pasar las ventas de los 516,8 millones a 253,9 millones de euros en ese periodo, en el que se ha perdido un tercio del empleo y se han cerrado once salas. Según se señala en un informe elaborado por la Federación de Comercio, Turismo y Juego de CCOO en Andalucía, la crisis económica "ha hecho mella" en el sector del bingo, que atraviesa una situación "muy preocupante" por la caída de ventas.

El descenso de 282,9 millones, del 51% en términos relativos, en la venta de cartones ha ocasionado el cierre de salas, al pasar de 66 en 2007 a 55 en 2011, y la pérdida de más de mil de empleos tanto directos como indirectos.

Respecto al personal de juego de las salas, se ha pasado de 2.310 a 1.425 empleos, mientras que el empleo no directo (camareros, cocineros, limpiadores o aparcacoches, entre otras profesiones), ha bajado de 1.162 a 693 trabajadores. Así el total de empleo en las salas de bingo de Andalucía se ha reducido de 3.472 a 2.118 entre 2007 y 2011, lo que supone una pérdida de 1.354 puestos de trabajo (34 %), indica el informe, que basa los datos de empleo en una media por sala, al no haber datos oficiales.

Solo en 2011, el volumen de juego disminuyó en 107 millones de euros y se perdieron 427 empleos respecto al año anterior.

Por provincias, Málaga es la que tiene este año un mayor número de salas (17), seguida de Cádiz (11), Sevilla (9), Huelva (7), Córdoba (3) -ha perdido ocho salas desde 2007-, Jaén (3) y Almería (2). Málaga también encabezó en 2011 el volumen de ventas, al contabilizar 75,9 millones -pese a sufrir un descenso del 83 % respecto a 2007-, seguida de Cádiz (65,4), Sevilla (51,5) y Huelva (21,4 millones).

Otra de las cuestiones que influyen negativamente es el cambio generacional, ya que los clientes suelen ser mayores de 40 años y el juego del bingo "no engancha" a las nuevas generaciones, que son más proclives a apuestas deportivas y otros tipos de juegos de azar a través de internet.

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