El gasto de la Junta en educación privada crece, pero aún se mantiene por debajo de la media española. Andalucía se encuentra entre las últimas cinco comunidades (incluyendo las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla) que menos invierten en este tipo de enseñanza, pese a que más de medio millar de centros se encuentran concertados, un tipo de acuerdo a través del cual la administración regional aumenta su oferta pública de plazas. Pese a ello, la aportación del Gobierno andaluz supone el 67% de los ingresos que recibe la educación privada, porcentaje que se se sitúa casi 10 décimas por encima que la media española.

Estos datos proceden de la encuesta sobre financiación y gastos de la enseñanza privada publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), un estudio que se realiza cada cinco años y cuya información, en esta ocasión, se refiere al curso 2009/10. Dicho análisis engloba los centros concertados y los privados así como todos los niveles educativos: desde el primer ciclo de Infantil hasta el Doctorado. No obstante, a la hora de comparar las cifras entre una comunidad y otra hay que tener en cuenta que las administraciones públicas financian aquellas enseñanzas no universitarias con las que existe algún tipo de acuerdo, como son las aulas aulas concertadas del segundo ciclo de infantil y la etapa obligatoria (Primaria y ESO), o los centros del primer ciclo de Infantil (de 0 a 3 años), para los que se establecen convenios mediante los cuales se bonifica parcial o íntegramente las plazas de los menores en función de la renta familiar. Por tanto, los datos relativos a la subvención pública se refieren, principalmente, a la enseñanza concertada.

Partiendo de esta premisa, la financiación media española es de 2.411 euros al año por alumno matriculado en un centro privado. Andalucía se encuentra por debajo de esta cifra. En concreto, la aportación de la Junta es de 2.220 euros anuales, casi 200 euros menos que la media nacional. Dicha cantidad es bastante inferior al gasto de las comunidades que se sitúan en lo más alto de la tabla, coronada por el País Vasco, cuya subvención a esta educación es de 3.913 euros, y Navarra, con 3.269 euros. Por tanto, hay una diferencia de inversión por estudiante de 1.700 euros con la primera y de más de 1.000 euros con la segunda. Le siguen en orden de gasto las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta (3.157 y 2.893 euros, respectivamente), Cantabria (2.821 euros) y Castilla y León (2.685 euros). Andalucía ocupa el puesto número 14 en este ránking. Por detrás de ella se sitúan Extremadura (con una inversión casi idéntica a la andaluza, 2.219 euros), Aragón (2.196 euros), Galicia (2.155 euros), Canarias (1.925 euros) y la Comunidad de Madrid (1.787 euros).

En esta comparativa hay que tener en cuenta varios factores. Uno de ellos es el peso de la enseñanza privada en las comunidades y, en concreto, la importancia de los centros concertados a la hora de aumentar la oferta pública de plazas. Según los datos que ofreció la Consejería de Educación a principios del curso pasado, los centros privados sólo suponen el 30% de la enseñanza andaluza, lo que justificaría que la inversión en este tipo de educación sea menor que en otras regiones. Este argumento cobra mayor sentido si se atiende a la política seguida por el Ejecutivo andaluz en este tipo de enseñanza, donde la cuota concertada ha pasado en una década de representar el 23% al 20%, según detalla Francisco José González, secretario regional de Escuelas Católicas (una de las principales patronales del sector), que califica de "insuficiente" la aportación de la Junta. La crítica de la enseñanza concertada al bajo nivel de inversión de Educación se basa en la comparación con el gasto en las enseñanzas públicas, que supera los 5.300 euros, por lo que la diferencia alcanza los 3.000 euros.

Según los datos del INE, la financiación de la Junta sólo supone el 67% de los ingresos que reciben los centros concertados, ya que el resto procede en su mayor parte de las cuotas voluntarias de las familias, sin las cuales no pueden hacer frente a los gastos que origina la educación de un alumno. Este porcentaje, sin embargo, es superior a la medida nacional, donde la aportación púbica es del 58%. En este sentido, los colegios concertados de Cantabria son los que menos dificultades tienen para costear el gasto que genera un estudiante, ya que la aportación de su gobierno regional es el más alto de España, casi de un 79%.

Pese a continuar siendo una de las aportaciones más bajas, el Gobierno andaluz ha incrementado desde 2005 las subvenciones a los alumnos de la enseñanza concertada en un 47,5%, si se tiene en cuenta que en el curso 2004/05 (referente del estudio anterior) el gasto medio era de 1.505 euros. Este aumento, sin embargo, no supone ni la mitad del experimentado por el conjunto de las comunidades, que en este tiempo se ha situado por encima del 110%. Uno de los incrementos más importantes en la financiación de la concertada lo ha experimentado Murcia, donde la subida del gasto ha sido del 52%.