un 'negocio caliente' Reivindicación de la plantilla contraincendios

El chino que quería un parque de Bomberos

  • Un empresario del gigante asiático confunde una protesta en Jerez por los carteles de 'Se vende' y hace una oferta de compra

La cosa está que arde. También en el parque de Bomberos de Jerez de la Frontera (Cádiz), escenario de una protesta de la plantilla de los trabajadores por el impago de sus salarios de agosto. Las instalaciones, pues, presentaban ayer a la vista de todos los habituales mensajes reivindicativos, por un lado, y críticos, por otro, contra la administración, que no hace frente a la nómina. Uno de los carteles era el típico Se vende, en clara alusión al estado en el que, a juicio de los bomberos, se encuentra el parque.

Además, el exterior de las instalaciones parecía el de un concesionario de camiones autobomba y otros vehículos, en una exposición de primera, muy bien puesta. Los paisanos entendieron la reivindicación, adornada con ironía y sorna. Captaron el mensaje: los bomberos andan de bronca.

Pero en China no se andan con metáforas. En todo caso, hacen negocio con ellas. De manera que cuando pasó por delante de la muestra un ciudadano chino en su flamante Mercedes Benz y vio los vehículos y el edificio con los carteles de Se vende preguntó el precio. ¿Cuánto? ¿A cómo está el parque? Así es el gigante asiático. La expansión que no cesa. ¿Un parque de Bomberos? Pues un parque de Bomberos. Mangueras incluidas. El negocio es el negocio. El anuncio no dejaba lugar a dudas. Se vende.

Los bomberos concentrados que reivindican su sueldo no salían de su asombro. Literalmente, se quedaron de piedra. El empresario chino llegó "en un Mercedes de esos que valen unos cuantos de millones", paró, se bajó "y empezó a preguntarnos por la oferta" que se presentaba antes sus ojos. Debía pensar que todo es posible en la Andalucía actual, incluso poner a la venta un parque de Bomberos. Tan convencido estaba el chino del que podía ser el negocio de su vida que los bomberos tuvieron que ir a buscar al jefe. "Jefe, ahí hay un chino que quiere comprar el parque". Así que hasta el chino se acercó Manuel Benítez, el jefe, para explicarle al inversor asiático que los carteles de Se vende no querían decir lo que él creía -que es lo que en realidad quiere decir un cartel de Se vende-. "Es una reivindicación y no un intento de venta", dijo Benítez al chino.

¿Reivindicación? ¿Qué es eso?, se preguntaba el empresario. Ahí pone se vende. La conversación fue complicada. Sin intérprete. Toda una revolución cultural para esto. El Gran Salto Adelante que preconizó Mao se dio ayer en Jerez. "Compro, compro, compro", repetía una y otra vez el chino pronunciando las erres como lo hacen los chinos e ignorando que allí no se vendía nada, que a los que han dejado vendidos son los bomberos que no cobran.

El asiático empezó limitando su propuesta a los vehículos. Especialmente, los camiones le ponían. Después pensó: ¿Quién dijo miedo? Y como había carteles de Se vende colgados por toda la fachada, también preguntó por el edificio. "Quería comprar el parque entero", dijo Benítez. Pero el jefe, pertinaz, curtido en mil batallas contra llamas y derrumbes, lejos de que el chino lo quemara, no se vino abajo. Insistió e insistió y logró aclararle que allí no se vendía nada. Por fin. Y con circunspección china y sin el negocio que sin duda habría coronado su dilatada trayectoria empresarial, el chino se subió al Mercedes en el que había llegado y desapareció de la vista de los bomberos.

Sus representantes sindicales aprovecharon la ocasión para preguntarse públicamente a través de un comunicado, y echando mano de una evidente coña, si no habría sido una buena idea acceder a los deseos del empresario chino. "¡Nos estamos planteando hacerle una oferta y poder cobrar por lo menos este mes!", dijeron en el Sindicato de Bomberos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios