El Sindicato Médico de Andalucía ha dado de plazo a la Junta hasta el 15 de enero para abrir un diálogo sobre sus condiciones de trabajo. A partir de esa fecha, si no logran un acuerdo, irán a la huelga y emprenderán otras movilizaciones. Los 25.000 médicos del sistema público andaluz harán una huelga cuya duración y características aún no han sido determinadas, según ha anunciado en conferencia de prensa el presidente de este Sindicato, Gerardo Ferreras, acompañado por todos los directivos de esta organización, que también convocará a los Médicos Internos Residentes (MIR), incluidos en esa cifra. 

Los médicos dicen haber perdido un 30% de poder adquisitivo desde que el anterior Gobierno socialista les redujo el sueldo un 7%, a lo que se sumó posteriormente la reducción efectuada por la Junta de Andalucía del 10% de los complementos adicionales, que suponen una parte sustantiva de su sueldo. A esas reducciones se sumaron luego media paga de verano y la de Navidad y, ahora, diez horas mensuales sin retribución, que les suponen entre 400 y 600 euros. 

El Sindicato médico ha efectuado este jueves esta "última llamada al diálogo y a la negociación" y sus responsables han asegurado que la Junta les está "enseñando el camino" de la huelga y la movilización, "que es el única manera que conoce", ya que hasta ahora los han "despreciado e ignorado" sin contestar todas las propuestas de diálogo y obviando la jornada de huelga que ya hicieron. Los médicos reclaman el mismo trato que el resto de los trabajadores públicos, que han de hacer 2,5 horas más a la semana, pero que, en el caso de los facultativos, se las unifican a conveniencia para que hagan cinco horas en un día o diez en un sábado, en lo que se denomina "continuidad asistencial", que de este modo desempeñan gratuitamente. 

El sindicato considera que la aplicación de la denominada nueva jornada supone un "recorte encubierto" y "un claro intento de ahorrar en salarios en vez de lograr una mayor eficacia" de los servicios sanitarios. "El nivel de descontento es ya insostenible" entre el colectivo médico y su "paciencia y capacidad de aguante han sido rebasadas ampliamente", según Ferreras, quien ha advertido que los ajustes deben acometerse "con los profesionales al lado, no en contra".