La desafección de la población hacia las instituciones democráticas y sus representantes electos centró buena parte de las intervenciones durante la presentación de la undécima edición del Anuario Joly, donde se dio cita la plana mayor de las autoridades andaluzas, además de una extensa representación del mundo empresarial, universitario y cultural de la comunidad. La publicación está marcada un año más por la crisis económica, que se refleja en la mayoría de sus artículos, aunque este año también pone de manifiesto el creciente malestar social sobre la arquitectura institucional del país.

El director del Anuario, el catedrático Francisco Ferraro, plasmó en su discurso la "frustración e impotencia" de la población, que apunta a la clase política "como responsable de la crisis". "Y si esto se suma a otras informaciones como la corrupción, es comprensible que la frustración ciudadana se convierta en ofuscación", manifestó Francisco Ferraro. A su juicio, el origen del malestar se encuentra "en las reglas de juego, principalmente en la ley electoral y los partidos políticos". "Los partidos no son suficientemente transparentes, y su influencia se extiende a otras instituciones del Estado. Y el sistema electoral, con listas cerradas y bloqueadas, ha consagrado la partitocracia, que junto con la proliferación de administraciones, empresas y otros organismos, han creado una clase profesional hipertrofiada, donde no es infrecuente el clientelismo y la opacidad", concluyó.

Como es tradicional en la presentación de la publicación, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, recogió el guante lanzado por Ferraro y acometió una encendida defensa de la política como único cauce para solucionar los problemas de la sociedad. Griñán admitió el distanciamiento entre los ciudadanos y sus representantes electos, aunque disintió en su origen. "Hay desafección política, no lo dudo. Pero no porque la población esté manifestándose contra la política, sino contra la subordinación de la política a intereses que no son los generales", manifestó el presidente de la Junta. Siguiendo las reflexiones del profesor Antón Costas, Griñán apuntó que esta sumisión se manifiesta "en la imposición de una austeridad ineficaz que ha empobrecido las condiciones de vida de millones de ciudadanos" para solucionar un problema que no se origina en el sector público, "sino en un espectacular fallo del sistema financiero privado europeo en el que la banca alemana ha jugado un papel importante".

"La ortodoxia de la austeridad se ha impuesto sobre la política económica y las decisiones de redistribución como si se tratase de la única alternativa posible", manifestó José Antonio Griñán, que recordó que la subordinación a las tesis alemanas también han provocado "el debilitamiento de las instituciones comunitarias, o la imposición de gobiernos tecnocráticos, que han quebrado el principio de representación democrática".

Frente a la crisis de la política, la receta de Griñán es más política, o mejor dicho, recuperar el "espíritu del consenso" del que la historia reciente de España ha dado numerosas muestras, como los Acuerdos Nacionales de Empleo (ANE) derivados de los Pactos de La Moncloa.

"La ansiedad por salir de la crisis no puede llevarnos a tomar decisiones que destruyan las bases de nuestra convivencia", subrayó el presidente de la Junta, que recordó que "una política que resuelve con equidad los problemas de los ciudadanos es el mejor camino para recuperar la confianza". "Y este es el compromiso que queremos expresar en el Pacto por Andalucía", resaltó José Antonio Griñán.

La intervención del presidente de la Junta fue precedida por el discurso del alcalde de Sevilla y presidente del Partido Popular de Andalucía, Juan Ignacio Zoido, que reconoció que la situación actual "no es buena para ninguna faceta de la vida" y aludió a la "responsabilidad" de todos los agentes sociales para tratar de combatir la situación económica. Sin embargo, el líder de la oposición recordó que España ya superó la incertidumbre de la transición, que él vivió en primera persona durante su etapa universitaria. "Por el carácter optimista que tengo, sé que queda mucho por hacer pero estoy convencido de que sabremos hacerlo", destacó Juan Ignacio Zoido, que alabó la importante labor que ejerce el periodismo local a la hora de informar e interpretar la actualidad.

El presidente del Grupo Joly, José Joly, también rompió una lanza en favor de la política, que reivindicó como único camino para superar la desafección de los ciudadanos hacia sus instituciones, pese a que la profundidad de la crisis ha puesto de manifiesto las limitaciones de sus representantes a la hora de afrontar este desafío.

"No se trata de que los políticos sean incompetentes, sino que los problemas que les hemos confiado son irresolubles mediante una competencia profesional irrefutable", afirmó José Joly, que recordó que "en España y en Andalucía en particular, cualquiera que tenga memoria para echar la vista atrás unas pocas décadas, encontrará razones fundadas para reivindicar la política". Una condición imprescindible es la recuperación del consenso, en el que "los medios de comunicación, y sobre todo la prensa, tienen un papel decisivo". "El linchamiento a una dedicación tan necesaria como la política pone de manifiesto que no hemos terminado de comprender bien hasta qué punto la política es irremplazable en una sociedad democrática, y cuáles son las limitaciones que provienen no tanto de la clase política como de nuestra propia condición política", concluyó el presidente del Grupo Joly.

Por su parte, la directora del Territorio Sur de Telefónica, María Jesús Almazor, incidió en la alianza de la compañía con un "grupo líder que a pesar de la difícil coyuntura ha sabido mantener una red de periódicos con un fuerte arraigo local y calidad informativa". Almazor recalcó la apuesta de Telefónica por Andalucía y mencionó el Centro de I+D situado en Granada, que ha supuesto la creación de un millar de empleos. "Estamos orgullosos de haber contribuido al desarrollo de Andalucía", manifestó.