DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

Anuario Joly Andalucía 2013

Todo menos plano

  • La presentación del Anuario se convierte, una edición más, en un espacio para el debate, esta vez sobre política.

Once años son pocos aún para que un evento se convierta en un clásico, pero las presentaciones del Anuario Joly se parecen cada vez más a un debate a varias bandas que a un acto protocolario con discursos planos en el que el público espera, casi con sopor, el momento de la copa final. Si en anteriores ediciones, el director del Anuario, Francisco Ferraro, y el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, habían protagonizado diatribas sobre el bien o el mal de las políticas económicas basadas en el equilibrio fiscal y el uso o el abuso del gasto público, la de este año giró -cómo no- en torno a la desafección hacia la política y las instituciones.

En la mesa de presentaciones del Hotel Alfonso XIII, en Sevilla, se sentaban, además, de Ferraro y Griñán, el alcalde hispalense, Juan Ignacio Zoido, por lo demás presidente del PP andaluz y jefe de la oposición. El discurso del presidente del Grupo Joly, José Joly, encajó en el debate, y si bien solicitó reformas en nuestro marco institucional, salvó a los políticos, en general, a pesar de recordar cuál fue el titular con el que este periódico abría su edición del día en que se publicó su último barómetro electoral: "El desánimo se apodera de Andalucía". "A veces se olvida que la sociedad -mantuvo Joly- encomienda a los sistemas políticos la gestión de los problemas más complejos, los que no se resuelven con una pericia profesional indiscutible".

José Antonio Griñán, al que no se le escapó que sólo el 10% de los articulistas del Anuario Joly son mujeres, y bien se encargó de subrayarlo en público, que para eso estas presentaciones suelen ser poco ortodoxas, no negó la desafección, aunque cargó contra la "no política", entendida ésta como la supeditación de los poderes públicos a "los intereses que no son generales". A Griñán, y en primera fila, le acompañaba algo más de medio Gobierno andaluz: los consejeros y consejeras de Cultura, Salud, Turismo, Agricultura y Medio Ambiente, Economía, Justicia y Presidencia. La tesis de Griñán es que es, precisamente, es esta suerte de poder político que ha entregado la cuchara al financiero lo que está provocando la desazón ante el ciudadano.

Pero tanto Griñán como José Joly advirtieron de los riesgos de dejar el hueco de la política a los populismos o de caer en la "esterilidad". Y es que el presidente de la Junta opina que las "exclamaciones, interjecciones e indignaciones" son gritos hueros si no vienen acompañados de propuestas. La suya, por ejemplo, es la del "liderazgo cooperativo", enfrentado al unipersonal de Alemania en la Unión Europea, a cuya canciller culpó no sólo de imponer una política económica que no da resultados, sino de menoscabar el resto de instituciones europeas o imponer gobiernos tecnocráticos de dudosa legitimidad democrática.

Francisco Ferraro, que abrió el turno de estas presentaciones, abrió el camino, habló del riesgo de la "ofuscación" de la ciudadanía ante una crisis que ya se sucede durante cinco años, mientras, a la vez, se observaban comportamientos poco honorables dentro de los partidos o de sus mismos sistemas. Ferraro elogió la "loable" política de reformas del Gobierno de Rajoy e, incluso, le pareció correcta la reforma laboral, debido a que ha conseguido aumentar la competitividad. Zoido, que le escuchaba atentamente, dijo: "No hay nadie que se atreva a decir que la situación es buena", pero aunque anunció que tenía ganas de dar muchas respuestas a los discursos anteriores, apeló al consenso y dejó puesta sus esperanzas en que el año 2013 procure un Anuario con mejores noticias.

Casi 400 personas, entre las que había políticos, pero también muchos empresarios, profesores de universidad y profesionales liberales y de la cultura, asistieron a la exposición de una preocupación que es compartida por todos, la de la desafección hacia las instituciones, un hecho íntimamente ligada a una crisis que parece no tener fin.

Tanto José Joly como Griñán coincidieron en una idea: esta generación de políticos no es peor que las anteriores, y aunque ambos elogiaron la Transición y la Constitución -nos han dejado "los mejores 30 años de la desastrosa historia de España de los dos últimos siglos", aseguró el editor-, ambos se mostraron de acuerdo en que serán los actuales quienes nos sacarán de la crisis. O ellos y/o una sociedad civil, cada día más crítica, pero también más comprometida.

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